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ADVERTENCIA: CAPÍTULO CON CONTENIDO SEXUAL ALTO.

Sonreí al ver por la mirilla a mi novio cubierto completamente con ropa oscura, solo podía ver sus ojos. Abrí la puerta y entró rápidamente. Se quitó la capucha y la máscara, y sin permitirme saludarlo, me tomó de la mano y me jaló hacia él, juntando nuestros labios en un apasionado beso. Abrí los ojos en sorpresa puesto que no me esperaba esa repentina acción, mas me dejé llevar.

Poco después me separé ya que me faltó aire. Abrió los ojos y pude notar algo de preocupación o angustia en su mirada.

─¿Todo está bien? ─pregunté acariciando sus mejillas.

Sonrió con los labios sellados y asintió para luego volver a besarme.

─¿Puedo. .─comenzó a hablar entre besos─, hacerte mía una vez más? ─su respiración ya estaba agitada, y mi corazón se aceleró ante su petición.

Sonreí y atrapé sus labios, rodeando sus hombros con mis brazos y su cintura con mis piernas.

Siempre.

Pasamos a mi habitación sin detener el apasionado beso, y tan pronto nos encerramos, me dejó sobre la cama delicadamente y se quitó la sudadera junto a la camiseta que llevaba debajo, mostrándome su ejercitado pecho y abdomen. Se inclinó sobre mí y con urgencia me quitó la blusa; no llevaba sostén así que el trabajo se le hizo más fácil.

Sonreí cuando sus ojos se posaron sobre mis pechos. Con gentilesa tomé su rostro y lo atraje al mío para besarlo. Sus manos comenzaron a acariciar mis pechos, sacándome pequeños jadeos mientras sentía sus labios y su lengua por mi cuello. Sus besos comenzaron a bajar por todo mi cuerpo y sus manos se dirigieron a mi pantalón de pijama para deshacerse de él y de mi ropa interior.

Arqueé mi espalda y gemí al sentir la calidez de su boca en mi feminidad. Se hizo cargo de darme un inmenso placer, mas no duró mucho. Subió devuelta a mi rostro y me besó en los labios con urgencia mientras yo intentaba deshacerme de su pantalón. Se separó unos segundos para quitárselo junto a su ropa interior y agarró un preservativo de la primera gaveta de mi mesa de noche (donde solía dejarlos). Pero de pronto detuvo todo lo que hacía. Se apoyó sobre sus rodillas y observó mi cuerpo con detenimiento, con nada más que deseo en su mirada. Giré mi rostro por la timidez que me causaba y junté mis piernas. Noté que sonrió divertido, se colocó el preservativo y posteriormente abrió mis piernas para colocarse entre ellas y sobre mí, apoyándose en la cama con sus manos.

Me miró a los ojos y acarició mi rostro mientras comenzaba a adentrarse en mí. Apreté sus brazos con mis manos y él se mordió el labio inferior cuando un bajo gemido salió de mi boca.

─Me encantas, Chaeyoung ─murmuró en mi oído y comenzó a besar mi cuello mientras empezaba las suaves embestidas.

Me abracé a su cuerpo con fuerza y cerré los ojos, disfrutando de cada increíble sensación que él me provocaba.

No sé cuánto tiempo había pasado, solo llevaba la cuenta de las veces que ambos hemos alcanzado la cima: Tres. Y no teníamos intención de parar, no todavía.

No sé qué nos pasaba pero el deseo que nos inundaba no era cesado, pero sí llenado.

─Mierda ─se quejó cuando cayó de espaldas en la cama y su cabeza chocó con la cabecera.

Reí a carcajadas mientras lo veía acariciandose el lugar golpeado. Me coloqué a horcadas sobre él, sintiendo a su amiguito volver a despertar debajo de mí.

─Al parecer el golpe no te quitó la excitación ─comenté divertida y me estiré para buscar otro preservativo en mi mesa.

La verdad es que yo estaba más caliente que él.

Stay {Junhoe & Rosé}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora