Capítulo 37: Perderte... No.

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"En otras noticias, fue encontrado un cuerpo cerca de la frontera hacia México, los estudios revelan que le pertenece a Zayn Malik, un inversionista de droga. Hermano de uno de los narcotraficantes más poderosos de todo el país. Al parecer el cuerpo está en descomposición, la razón de su muerte fue en un ataque con una bala en la cabeza..." —Apagué el televisor.

—Muñequita, será mejor que te prepare una taza de té. —Dice la madre de Jonas.

Asentí.

La madre de Jonas había llegado hace un par de semanas, la compañía de esta dulce mujer hacia que me calmara. Mi mente se inundó en blanco, no quería pensar en nada, no quería hacerlo, mis días era de mal en peor.

Había pasado un mes desde que estuve en la capilla. Y como le dije a Zayn anteriormente nadie ha podido arrancármelo de mi corazón y mi mente.

La madre de Jonas llegó. Y dejo la taza en el mueble de noche, y me miró con una cálida sonrisa.

—Te prepararé un baño de burbujas cielo. —Dice. —Te hará bien, mientras tomate el té.

Asentí.

La verdad es que no tenía muchas ganas de  hablar. Todo esto me estaba afectando mucho. La pérdida de mi mejor amiga, Zayn Malik y de mi bebé. Tenía dos meses de embarazo, yo... no lo sabía, no me cuide, deje de comer y él no pudo resistirlo.

¿Saben que es lo más doloroso?

Que tiren a tu bebé de dos meses por el baño.

Flashback.

—Me duele mucho mi abdomen Jonas. —Me retorcí en la cama.

—Tranquila, llamaré a mi madre, ella sabrá que hacer. Ella sabe muy buenos remedios caseros. —Se levantó  y bajo las escaleras.

Sentí algo correr entre mis piernas, y me levante corriendo al baño. Mucha sangre salía de mi parte intima, me asuste ¿Acaso iba a morir? ¿Qué está sucediendo? ¡Esto no es mi periodo normal!

— ¡Jonas! —Grité con un nudo en la garganta.

— ¡¿Qué pasa?! —Gritó entrando al baño.

— ¡Necesito a un doctor! —Grité.

—Tranquila hija, todo estará bien. —Dice la madre de Jonas y me sostiene.

— ¡No soporto el dolor! ¿Qué está pasando me?

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—Lamento su perdida señorita Dawson. —Dice el señor de la bata blanca— Necesitará reposo absoluto por cuarenta días. Avíseme si hay alguna molestia.

No podía creer lo.

No podía creer que deje morir esa parte que me unía a Zayn. Y todo por dejar de comer.

Fin del Flashback.

Terminé mi té caliente y mire los movimientos que hacía la madre de Jonas al preparar la tina.

Soy como una cosa sin sentimientos. Camino, respiro, y el ritmo de mi corazón sigue normal, pero estoy muerta. Muerta en todo sentido.

—Ven cariño, ya está listo tu baño.

Me levante y camine de su lado, quite mi ropa y me metí a la tina, como todos los días.

—Lavaré tu cabello, si no te molesta—Dice colocando un asiento a lado de la tina.

—Está bien, para mí. —Mencione mis primeras palabras en todo el día.

Ella se dedicó a lavar mi cabello y yo solo a estar quieta. Comenzó a cantar una melodía tan suave y tan inspiradora a la vez. Sentí esos pequeños segundos en mi vida donde la calma regresaba a mi cuerpo y la deje tomarme con mucho gusto, hace meses que no me sentía así.

—Dejaré que termines tu baño, estaré esperándote afuera, dejaré la puerta abierta por si acaso.

Asentí.

Cuando termino de lavar mi cabello, y dejar de cantar esa melodía, me hizo sentir con ganas de más calma. Salí de la tina y enjuague mi cuerpo lleno de espuma en la regadera, coloque un albornoz en mi cuerpo y camine hasta el espejo, lave mis dientes y mire las delgadas clavículas que formaba mi cuerpo, lave mi boca y me quite el albornoz.

Sentí algo tan extraño dentro de mí, verme tan delgada y pálida me asusto. Me hizo ver todo el daño que me estaba haciendo al dejar de comer. Y vi mi vida pasar tan rápido. Acaricie mis clavículas y note como mi muñeca era más hueso que piel. Mis costillas eran notorias, y mis piernas eran tan delgadas.

 Mis costillas eran notorias, y mis piernas eran tan delgadas

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Estaba en shock.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, me sentía tan vulnerable, tan estúpidamente arrepentida. Jonas entro en la habitación y me miró por el espejo, entro al baño sin decir nada y se colocó por detrás de mí, besando mi hombro y mejilla.

—N-No quiero perderte.

Asentí, mientras mis lágrimas caían.

—Tienes que empezar a comer y a salir adelante. Eleanor, la vida es así y no hay forma de cambiar la. —Tomo el albornoz y me lo coloco encima— Estaré apoyándote en todo, no te faltará nada.


—Gracias, Jonas. —Tome su mano y baje la mirada.

La noche callo, y estaba en la cama junto a la madre de Jonas, él estaba en un sofá a cierta distancia de la cama, nos miraba con tanto silencio.

—Norma, ¿P-Puede cantar la melodía de esta mañana? —la llamé por su nombre.

—Claro muñequita.

Comenzó a cantarla, mientras ella me abrazaba.

Me sentía como una pequeña de 5 años, me acorde de mi abuela, de como ella siempre me tranquilizaba con una melodía y un rico pay de queso.

La madre de Jonas acaricio mi cabello y cerré mis ojos para calmarme.

Don't forget me |Español.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora