Capítulo 67: Tú decides, ¿Quién vive y quién muere?

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El punzante dolor en mi cabeza me estaba matando, sentí el agua mojar mi cuerpo, y di una bocanada. Mi vista era borrosa pero poco a poco pude ver perfectamente, tomé mi cabeza, presionando dónde ya hacía el golpe, efectivamente aún estaba en esta pesadilla.

—Buenas noches, Bella durmiente ¿Como dormiste?—Dice Deidara en forma de burla.

Este sujeto es un idiota. Una vez que logre saber donde está Eleanor le sacaré los ojos.

Miré a mi alrededor y estaba en lugar lleno de ratas y agua sucia. Deidara estaba sentado en una caja de madera a no más de 1 metro.

—¿Donde está?—Le dije alto y con el ceño fruncido.

—Exacto, ¿Dónde está? Tú amigo el Rubio.
—¡Te he hecho una pregunta!—Le grité.

Comenzó a reír.

—Yo también te hice una pregunta.—Se acercó a mi tomando me de la camisa— ¡¿Donde está, Henry?!—Dice enojado.

Lo miré frunciendo el ceño y empujando sus estúpidas manos fuera de mi con mis piernas.

—Puedes matarme a golpes y no me sacarás dónde está. ¿Crees que soy estupido? Tú y tu gente ha matado a todos los doctores en todo el país, Henry es el único vivo. Sin embargo Corleone ocupa uno ¿no es así?

Me mira furioso.

—Y no es tanto que ocupes a un experto de medicina, si no, que la sangre de Henry es la única sangre existente que puede ayudar a tú jefe, por eso has matado a los otros doctores, por que su sangre no te sirve. "Mil veces muerto a que entregarte a mi amigo"

Deidara comienza a golpearme.

Mientras el me golpeaba trataba de zafar mis manos amarradas.

Resistí tantos golpes hasta que se cansó. Y me tomó por la camisa arrojándome hacia unas cajas, sentí mi parte del costado derecho ser perforada.

Miré, y una bala me perforó, el miedo me invade, no había tomado el medicamento, y esta herida me llevaría a donde temía. Me levanté, pensé en sacarla para que no se infectara mi herida, pero al momento de sacarla de mi cuerpo sería mi cuenta regresiva a la tumba, pues me desangraría tan rápido.

Presioné aguantándome el dolor. Él estaba apuntándome con la pistola furioso.

Comencé a reír, había descubierto que el que yo me riera lo hacía morir de coraje.

—¡¿Por qué?! —Gritó furioso.— ¡¿Por qué pones tu vida por delante de él, por un maldito esclavo?!—Dice sujetándome por la camisa.

Le sonreí.
—Henry es más que un esclavo para mí, me ha enseñado el verdadero significado de "Hermandad" me ha salvado la vida infinidad de veces, y por él voy a dar mi vida esta noche  si es necesario.

Él comenzó a reír y me soltó.

—Eres patético ¿Lo sabías?
—Y tú eres escoria.
—Voy a matar a tu mujer, una vez que te mate a ti.

Mi quijada se tensa de coraje.

—¡Ay! ¿Eso no te pareció?—comenzó a burlarse—¡No! ¡Ya sé, ya sé, ya sé! —Sonríe— Primero la haré mía frente a ti, y te dejaré que te mueras poco a poco mientras vez que la tomo.
—Tendrás que matarme primero, imbécil, antes de permitir que le pongas una mano encima.—Le dije con el ceño fruncido.— No va a ser tan fácil matarme.

Levanta la pistola y me la pone en la frente.
—¿Estás tan seguro de ello?

Lo miré enojado y hechando aire caliente por la nariz de lo enojado estaba, quería descuartizarlo por si quiera mencionar a Eleanor"

Don't forget me |Español.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora