Capítulo 65: Dolor en el pecho.

78 9 6
                                    

Abrí la puerta sin decir más y le eché una última mirada para cerrar detrás de mí.

Me duché y me peiné.

La puerta es golpeada por mí. Y Henry me permite el paso.

—Buenos días, Eleanor. —Dice Henry.

—Buenos días, Henry. — Le digo.

— No te quedes ahí, pasa.

Entré por completo y me recargué en el escritorio y el hace lo mismo.

—Pensé que ya te habías marchado. ¿Por qué no?

—No, no lo hice...por qué no sé si pueda irme...—Me sumí de hombros. — Mi corazón no quiere irse. Pero mi mente está muy confundida. ¿Qué debo hacer, Henry?

Él sonríe.

—Eleanor, tu sabes muy bien mi respuesta, piénsalo, tú puedes irte, pero sabes que no es justo, ni conveniente para él bebe. No sabemos si el embarazo se va a complicar más a delante...—Me dice.

—No lo sé. —Me sumí de hombros.

—Dime algo, ¿Qué te hace dudar de tu decisión? Pensé que ya estaba tomada.

—Ayer estuve con Zayn...y tenerlo tan cerca me hacía sentir, protegida, me hizo ver que deseo estar con él y que lo amo más de lo que lo hacía antes.

Él vuelve a sonreír.

—Eleanor, a tu padre no lo traicionas por perdonar a Zayn, estoy seguro que él te entiende, él también amó y sé que tu padre solo quiere verte feliz.

Asentí con las lágrimas al borde.

—Eleanor, la vida es muy corta, no sabes si mañana sigamos vivos. Vive la vida con tu corazón y sé feliz, no permitas que un error detenga su amor.

—Tienes razón, Henry, me voy a quedar.

—Suena perfecto. —Sonríe y me abraza. —Iré a recoger un cargamento de medicamentos que he comprado, se me están agotando. Te veré al rato.

—Henry espera... —Se detiene— ¿Por qué se te están agotando? Somos muy pocas personas para que se te acabe el tratamiento ¿no crees?

Me mira.

—Sí, solo que, Zayn está ayudando a mucha gente afuera que necesita el medicamento.

—Ya veo, ¿Qué es lo que llevas en el bolsillo de tu bata?

Él toma el frasco oscuro en su bolsillo.

—Es la muestra del medicamento que encargué.

—Nunca lo había visto, ¿Para qué sirve?

—Este sirve para atacar un virus muy fuerte en la sangre. —Me mira— Yo lo llamo el elixir de la vida.

No sabía que responder así que solo asentí.

—Por cierto, Henry, a noche sentí muy cansado a Zayn, ¿No tendrás algo?

Henry se ve preocupado y pensativo.

—Llévale estas pastillas. —Me entrega una caja— Le ayudarán mucho.

—Gracias, Henry.

—Eleanor, estaré de regreso mañana por la mañana. No quisiera molestar a Zayn, así que ya que no te vas ¿Puedes avisarle?

Asentí.

—Tenemos que irnos, Henry—Entra un chico rubio, de la misma estatura y complexión que Henry.

Don't forget me |Español.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora