Capítulo 46: Alas cortadas.

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El coche de Jonás se estacionó en la entrada, lo miré llegar desde mi ventana, cuando el bajó subió su mirada a mi y me miró fijamente hasta que uno de sus guardaespaldas lo interrumpió.
Mi mirada hacia él era fría y sin sentimientos. Era lo menos que podía hacer, él me había causado tanto dolor y era algo que no podía perdonar.

Había arrebatado lo puro que quedaba en mi y él poco cariño que sobraba para él, que haya matado a él amor de mi vida y a mi mejor amiga es algo que no le iba a perdonar nunca, que me haya apostado mucho menos, y que me haya violado para saciar su hombría había sido el límite, mi límite y el tenía que pagar por todo el daño que me había hecho.

Tomé un cristal del suelo, dispuesta a terminar con esta pesadilla para irme de una vez por todas.

Y escuché un disparo que me hizo temblar por dentro solo el pensar que Jonás podría haber matado a Henry, eso sería mi perdición.

Tiré el cristal y salí corriendo de la habitación.
Jonás subió las escaleras con los ojos llorosos y preocupado. Me tomó de ambos hombros y me dijo —¿Estás bien?

—¿Que pasó, por que el disparo?—pregunté. Y vi que detrás de él estaba Henry con unos lentes puestos. Por lo menos sabía que no lo había matado.

Jonás me miró perdido y miró por el corredor que dirigía la habitación de su madre.
—M-mamá...—susurró.
Abrí los ojos al darme cuenta de lo que pasaba.
Jonás y yo corrimos hacía la habitación de su madre y ahí estaba ella. Con un arma en sus manos temblorosas con su mirada perdida.

Jonás le arrebató el arma furioso y yo la abracé.
—¡¿Que demonios te pasa?!—Gritó Jonás — ¡¿Estás loca?!
Con una voz asustada dijo:
—Yo no sé qué pasó, escuché entrar a alguien, y disparé. L-los muertos regresan.

La miré confundida.
—¿A que te refieres?—Le pregunté.
—Ha vuelto. Y viene a destruirnos.—Dijo con lágrimas en sus ojos.

Esta parte de la madre de Jonás me provocaba escalofríos, sin más la recosté y la tranquilicé. No sé qué habrá podido alterarla de esa manera. Pero creo que estar tanto tiempo encerrada aquí, le había afectado.

—Déjame solo con mi mamá.—Dijo con voz dura. Y lo ignoré.
—¿Podrías decirme a qué te refieres con que viene a destruirnos? ¿Quién viene a destruirnos?—Pregunté.
—¡No me escuchas o cual es tu puto problema! ¡Déjame sola con ella!—Levantó su voz hacia mí.
—¡Desde cuando me das órdenes idiota!—Grité.

De abalanza contra mi y me toma de los brazos fuertemente.
—¡Desde el momento en que te salve la vida alejándote de Jones. De no ser por mi hubieras muerto!
—¡Hubiese preferido mil millones de veces estar  en la mansión de Jones, con el amor de mi vida, a qué estar aquí contigo! —Grité— ¡Me das asco! ¡Arruinaste mi vida! Pero existe algo tan a tu medida, y esa será tu karma; mi desprecio. El alma se te arrancará cada vez que desees que te diga que te ame y que no puedas escucharlo por qué mi corazón siempre le pertenecerá a Zayn.—Sonreí.

—¡Cállate! ¡Cállate! ¡Cállate!— puso su mano en mi boca. Y le di una patada en el estómago haciéndole caer al suelo.
Caminé fuera de la habitación y abrí la puerta.

Una vez afuera Jonás me toma de la mano y me encierra con su cuerpo en la pared.

Su tono de voz está lleno de odio.

—Tu no me vas a faltar al respeto.—Susurró molesto.
—Que lástima, pero ya te lo falté, y si no te importa iré a limpiar mi cuerpo de ti.—Intente zafarme pero me sujeto más fuerte. Y continué, quería herirlo con mis palabras.—No veo la hora de salir de aquí y no verte más la puta cara—Sonreí.

Don't forget me |Español.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora