Capítulo 57: Ganas de ti.

87 10 3
                                    

El chico rubio frente a mi inyecta una dosis del tratamiento que nos mantiene ansiosos.

—Dime la verdad... ¿Crees que funcione este tratamiento?

Henry no me mira solo se dedica a inyectarme.

—Ya van más de cinco semanas que estoy con tratamiento. —Insisto.

El da un bostezo.

—Eleanor este tratamiento requiere tiempo, y paciencia.

Henry parecía cansado últimamente.

—Entiendo. ¿Por qué estás tan cansado?

—Han sido días pesados.

—¿Días pesados? Sin ofender Henry, pero yo y Zayn somos tus únicos pacientes.

El me mira y su mirada es brillosa. Con un atisbo de algo oculto.

—Lo lamento, ¿te pasa algo? Te he notado muy cansado últimamente.

—No, solo es que no puedo dormir sabiendo que Jones esta aquí. —Dice.

—¿Él te preocupa? No te hará nada, créemelo, esta indefenso.

—Ely... (<<<Ely>>> retumba en mi cabeza haciendo acordarme de mi mejor amiga) Jones es muy listo, no le creo nada el que este solo o arrepentido siquiera, él es un hombre astuto y tarde que temprano nos dará una puñalada.

Lo miré sin embargo no podía defender a Jones, me había hecho mucho daño y dentro de mi había algo que no terminaba de convencerme el hecho que estuviera arrepentido.

Asentí.

—Dame unos segundos, iré a dejar las muestras al laboratorio. —Dice Henry.

—Claro.

Enseguida Henry salió por la puerta trasera y mire mis manos. Sin que hacer ni en que pensar, solo me dispuse a esperar por el chico rubio. Levanté de nuevo mi mirada y lo vi parado junto al cristal de la puerta. Mantuvimos nuestras miradas y me sonrió.

—Listo, Eleanor. Cuéntame ¿Algo extraño que sientas, algún cambio?

Separé mi vista de él para mirar a Henry.

—En realidad no. —Contesté rápido y volví a mirar hacia donde estaba Jones.

Henry me miró con curiosidad y después miró hacia donde miraba, y me miró de nuevo. Jones ya no seguía ahí.

—Sólo cansancio, y duermo mucho...—Continué respondiéndole.

—Bueno, es probable que este tipo de cosas sucedan por las dosis que estoy aplicando, quizá puedas tener mareos o vómito, pero eso no nos asegura nada. ¿Cualquier cosa solo avísame sí?

Asentí.

—Tómate estas vitaminas durante ocho días—Me entrega un frasco— y vienes mañana por la tarde.

—Seguro. —Le sonreí tomando el frasco y caminando hacia la puerta.

—Eleanor. —Me detuvo antes de salir.

Lo miré.

—Mantente alejada de él, no es bueno, nunca lo será. Quizá tu corazón es bondadoso y lleno de perdón, pero él no se tentará el corazón para herirte de nuevo. —Dice intranquilo— Te quiero Eleanor como una hermana y ya no permitiré que ese hijo de puta te haga daño.

Sentí un vuelco al corazón y me regresé a él para abrazarlo.

—Gracias Henry. Te quiero mucho—Dije abrazándolo muy fuerte.

Don't forget me |Español.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora