Capitulo 09: Valentía.

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Mi estadía aquí era de mal en peor, no aguanto estar aquí ni un segundo más. Tienes que odiarme tanto para sacarme en pleno diluvio, a cortar el césped. Estoy cansada de ser la única a quién discriminan, ser a la única que tratan como un pedazo de trapo viejo.

Mi paciencia llegó a un punto que entré al lugar y miré a Jones de frente y lo insulté. ­­­­­

—¡Tu pedazo de animal! ¿Crees que puedes tratarme como basura?, pero estas equivocado, sólo a un hijo de puta ingrato se le ocurre dejar a una mujer cortando el césped en plena tormenta. Levanté mi muñeca para pegarle una bofetada. Pero en segundos Jones me tomó por la muñeca y con coraje me amenazó.

—Miserable porquería, ¿quién te crees? Para hablarme a mí. Soy tu amo y una muerta de hambre no impone reglas en mi casa. Necesitas que te eduquen Eleanor y yo te voy a educar...

Llegué a un punto de mi rebeldía en la cual sus amenazas no me importaban, ese hijo de puta me tiene más de diez horas haciendo deberes, sin comida y agua desde hace días, y sin habitación.

—Eres un ser despreciable, Jones. —Escupí.

El bastardo de Jones hizo una señal y ambos achichincles me tomaron a la fuerza, llevándome por el corredor que conectaban a las escaleras del calabozo, en una de estas celdas me metieron y fui amarrada como una vil perra. Pasaron días y noches incontables, y como siempre Zayn y Rubí traficaban comida a la mitad de la noche a la celda, agradecía tanto por tenerlos en mi camino.

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La mirada en un punto imaginario, inundada de mis pensamientos pasaron en alto, los movimientos al exterior que se acercaban a mi celda. Suspiré cansada de toda esta mierda y en mi visión apareció el cuerpo imponente de Zayn, quien tenía una mirada triste

—Zayn...—Mencioné en voz ronca y seca.

Me sentía fatal, sentía como si estuviese en mis últimos días, estos siete últimos días Jones ha venido con un banco a sentarse a fuera de mi celda y burlarse de mí, impidiendo el paso de agua y alimentos a mi celda. Lo odio tanto.

—He traído un poco de comida. —Mencionó pasando primero los comestibles a como pudo y se brincó la celda.

—Zayn, ya no puedes seguir arriesgándote, si Jones se entera ¡estarás muerto! —Él se acercó poco a poco y me tomó de los hombros.

—Entiéndelo Eleanor, no me importa si estaré muerto cuando él me encuentre aquí, tú me necesitas. —Mencionó— Te está matando cada vez, no puedo dejar que mueras.

Mis fuerzas me abandonaron, al igual que mis defensas, estaban nulas, el estar aquí, era un infierno, sin comida y agua, durante el día. Sentía que cada vez mi cuerpo me consumía, la ropa me queda más grande y ni siquiera puedo moverme.

—¡Estás helada, Eleanor! —Mencionó quitándose ambas sudaderas y colocándolas en mi cuerpo débil.

—Es-está helando aquí. —Mencioné con temblor y cerrando mis ojos.

Zayn hizo que me sentara en sus piernas y me abrazó, frotando mis brazos para entrar en calor. Me recosté en su torso y traté de olvidar el frío que había a nuestro alrededor. Sentí caer en un sueño adormecedor y profundo, y a lo lejos Zayn gritaba mi nombre.

—¿Eleanor?

—¡¿Eleanor?!

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El sonido de una máquina me hace despertar en un lugar diferente y tranquilizador. El lugar a mi alrededor era blanco y lleno de luz, a un costado está Zayn apoyado en la cama y profundamente dormido. Tomé su mano en forma de agradecimiento sin despertarlo y lo miré por un buen tiempo, cuando él se levanta y me mira con ojos rojizos.

—¡Eleanor! ¿Cómo te sientes? —Pregunta ansioso.

—Aún débil pero ya mejor que antes —Respondí mirándolo atento. —¿Zayn?

—¿Si?

—¿Te has quedado a cuidarme toda la noche? —Pregunté.

La puerta se abrió.

Él se giró y al cabo de unos segundos entró Rubí con una flor echa de papel con sus respectivos colores, devolvió su mirada y mencionó— ¡Las dejaré hablar a gusto! —Dice Nervioso, debido a mi pregunta.

Rubí le sonrío a Zayn de una manera discreta, para después acercarse a mí.

—¿Qué fue esa mirada, Rubí? —Mencioné observándola.

— Ese chico es un Ángel, pequeña Eleanor, hace un par de días se enfrentó a Jones sólo para salvar tu vida. —Mencionó en entusiasmo.

— ¿Qué? ¿Días? ¿Enfrentar a Jones? ¿De qué demonios hablas Arabella? —Mencioné sorprendida.

—Este chico, mi queridísima Dawson, te salvó la puta vida, te tomó por todo el cuerpo, y como pudo saltó la barda con llave y corrió escaleras arriba para salvar tu lindo trasero, claro que Jones lo alcanzó en la puerta de las escaleras y le impedía el paso, pero no le importó te trajo hasta aquí, y se aseguró que llegaras bien, claro que Jones no se quedará con las manos vacías, eres tan afortunada de haber conocido a Javadd. Llevas más de tres días dormida. —Creo que ese chico está enamorado de ti.

"Zayn..."— repitió mi cabeza.

Mis mejillas se tornan rojizas debido a la acusación de mi amiga.

>>>

— He traído algunos analgésicos, te sentirás mejor, ya verás. — Mencionó Zayn con una bandeja en manos.

Evité mirarlo, sentía tanta pena de mirarlo a los ojos, ¿cómo se suponía que iba a pagarle todo esto?

Zayn se sentó en una silla alado de la camilla y me entregó la bandeja.

—Necesitas comer algo... espero y no te moleste lo que he cocinado para ti, el personal de la cocina no está y tenía que traerlo antes que cerraran el área, es lo único que sé cocinar espero y te guste. —Mencionó preocupado.

No pude evitar sonreír y lo tomé de la mano como conciliando lo de su preocupación.

No te preocupes, es... perfecto, gracias.... —Mencioné algo tímida y con mis mejillas rojizas.

Su respuesta fue una amplia y radiante sonrisa. Comencé a comer, la verdad es que no recuerdo siquiera cuando fue mi última comida que estuvo en mi estómago, le debo mi vida entera a Zayn, es increíble que él esté haciendo todo esto por mí.

Una chicharra sonó y Zayn elevó su rostro y después me miró.

— Es grandioso que hayas terminado de comer todo lo que cociné. —Mencionó con una gran sonrisa.

La puerta de la habitación se abre y la figura impotente de Steve Jones aparece en ella. Zayn lo miró atento y observando cada uno de sus movimientos.

Jones se acerca a nosotros con cautela y toma del hombro a Zayn, sin quitar su mirada de mí.

—Javadd, acompáñame... se acabó tu hora de visita. — Zayn, me mira y se acerca a mí susurrándome al oído.

—Te prometo que volveré mañana a verte. —Mencionó en mi oído y antes que él pudiera levantarse lo rodee con mis brazos.

—Te debo mi vida Zayn, gracias. —Lo besé en la mejilla en agradecimiento y cariño.

Los labios de Zayn emiten un sonido quejumbroso y al mismo tiempo con dolor, su espalda se siente húmeda y levanté mi rostro a verlo.

—¿Qué ocurre, Zayn? — Susurré para él y lo miré asustada.

Su respiración se volvió tensa y me miró.

— He dormido mal, tomaré algunos analgésicos, no es nada del otro mundo. —Mencionó y caminó hacia la salida y antes de cerrar la puerta me regaló una última sonrisa.

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Ha pasado un par de días desde que fue la última vez que he visto a Zayn. Prometió venir a verme, pero veo que las promesas salen de su boca como cualquier otra cosa. Pero de otra forma estaba agradecida por todo lo que hizo.

Eres un ángel Zayn.

Don't forget me |Español.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora