Capítulo 28: Game.

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Eleanor POV.

He notado a Zayn distante, durante un tiempo, realmente comienzo a impacientarme, el parece ido de este mundo, su mirada no tiene ese brillo que solía adornar sus ojos mañaneros, sé por anterioridad que ha tenido una mala noche.

Me he limitado a ver como ingiere sus alimentos con gran paciencia. Estamos ambos sentados en la pequeña mesa que está en la cocina, he decidido acompañarle a desayunar esta mañana ya que las demás están decorando el gran salón. Al parecer habrá una gran junta de empresarios, para levantar el buen nombre de Steve Jones, y cómo era de costumbre yo era su acompañante, frente a estos millonarios era la futura esposa de Steve Jones.

A pesar de todo Zayn emana una tranquilidad y una paz, cuando come sus vegetables.

— ¿Está todo bien? —Pregunté en un intento de firmeza pero salió un intento fallido de esta.

Suspiró en uno muy profundo.

— ¿Por qué no habría de estarlo? —Me respondió con una pregunta de regreso.

—Te he notado un poco distante y algo más delgado de lo común. —Devolví mi mirada a mis vegetales cuando la suya estaba puesta en mí.

—Todo está bien, Eleanor. —Dijo en un intento de sonrisa pero falló completamente.

Suspiré de vuelta.

—No quiero presionarte, y sé que tienes derecho a tu intimidad, pero ¿Qué haces tanto tiempo encerrado en tu habitación? —Lo miré y su mirada se posicionó en la mía, él se veía tan sereno. — Estás tan distante, tan irreconocible. Ya no quieres ver las estrellas conmigo cada noche.

—Han sido malas noches, pero todo irá cursando mejor. —Metió el tenedor una vez más en su boca.

—Zayn...—Mi voz hizo que su mirada se quedará en mi— Dime la verdad, entenderé si te has cansado de mí. —Dije y bajé la mirada a mi desayuno.

—No te atrevas a siquiera pensarlo—Dice y se levanta de su asiento para ponerse a un lado mío y con sus manos abrazar mis caderas.

No me atreví a mirarlo sólo continúe batiendo los vegetables con mi tenedor.

—Mírame Eleanor—Dijo con suavidad y a la vez con un tono urgido. Sus dedos levantaron mi barbilla.

Fue cuando entonces tomé agallas para mirarlo.

—Nunca me aburriría de ti, eres la mujer más grandiosa que he conocido. No me cansaría de ti, ni hoy ni en mil años. —Susurró. — Eleanor, te quiero.

Sus últimas palabras hicieron que la sangre fluyera con más rapidez en mi cuerpo y sienta algo en mi estómago, sintiera de nuevo ese "No sé qué." Que sólo Zayn podría provocar en mí.

—Yo también te quiero Zayn. —Lo miré  y con delicadeza acaricié su rostro con mis manos, haciendo que su respiración se tensara un poco. Él cerró los ojos y con ambas manos tomé su rostro y deposité un pequeño beso en sus labios, ahora yo había puesto la iniciativa en nuestros labios para después separarme.

—Si estoy soñando, no quiero despertar, si estoy despierto, nunca quiero dormir. —Susurró ante el tacto de nuestros labios. Y sin abrir los ojos tomó mi rostro de nuevo para unir nuestros labios en un beso urgido, el movimiento de sus labios era rápido y agiles.

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El hermoso vestido que estaba en mí, era una joya hermosa, estaba repleto de piedras rojas brillantes. El vestido dejaba a la vista  parte de mi pierna izquierda, mis hombros y cubría mis brazos antes de llegar a la parte que dobla mi brazo, la espalda estaba descubierta y aunque no  tenía una hermosa figura como las demás, este vestido era mágico.

Lo había encontrado en mi cama con una nota que provenía de Jones, estaba tan agradecida por tan grandioso vestido. Nunca había tenido un vestido tan hermoso como este. Mis labios estaban a par con el color de mi vestido, pestañas  adornadas con rímel, y mis ojos de un tenue color negro que hacían que el color de mis ojos sobresaltara. Tenía un par de aretes dorados en mis orejas y el cabello recogido y con algunos rizos cayendo, era mi peinado de esta noche.

—Se ve hermosa esta noche, como todas las anteriores señorita Dawson. —Dijo el sujeto de ojos marrones y sonrisa grande desde la puerta, sujetando las mangas de su camiseta con los pequeños botones.

No pude evitar sonreír tras su cortejo.

—No se ponga meloso mi querido señor Malik. Que aún estoy enfadada con usted. —Dije en una sonrisa, mirándolo por el espejo frente a mí.

Sujetó el saco que tenía  bajo su brazo y lo lanzó a la cama y rodeó sus manos grandes por mi cuerpo.

— ¿Qué puedo hacer por usted señorita? ¿Qué puedo hacer para que la Reina de esta noche este feliz conmigo? —Susurró a mi oído.

—Que seas tú mi acompañante esta noche y no tener que fingir ser la prometida de tu hermano. —Reproché.

—Eso es difícil, pero suena tentador—Dice en un tono vacilante.

Me deshago de su agarre y giro para tomarlo del cuello y mirarlo más de cerca.

— ¿Me entregarás a tu hermano esta noche?— Pregunté.

—Por supuesto, mi reina. —Asintió.

—Adoro que me llames así—Mencioné.

—Merezco algún premio por ello, ¿No crees? —Vaciló.

—He retocado mi labial. Y tiene sabor a chocolate— sentencié.

—Valdrá la pena cada maldito segundo que ese labial me esté manchándome la boca. —Sonrío y uno nuestros labios.

Zayn caminaba a mi lado, entre las personas del gran salón, la música clásica adornaba al fondo. Las  miradas están puestas en nosotros cuando ambos damos un paso. Zayn me conduce a un pequeño grupo de empresarios y su respectivas parejas, en el cual está Jones.

—Señor David, es un placer tenerlo en casa—Ofreció su mano al señor de 60 años. El cuál le contestó de la misma manera.

—El placer es mío, Zayn. —Sonrió y me miró sonriente.

Zayn dio la bienvenida a cada uno de los hombres y el menos contento era Jones, pretendía una sonrisa pero sus ojos me mataban.

—Te vez preciosa, mi amor—Dijo  Jones tomando mi muñeca para llevarla a sus labios— Pero me hubiese gustado verte con el vestido negro que te he dejado en la cama.

Sus palabras me confundieron. No sabía de qué vestido negro me hablaba. Lo miré confundida y él me ofreció una falsa sonrisa.

Zayn, me soltó y emprendió una charla con los hombres.

Jones me extrajo del pequeño grupo y me jaló del brazo.

— ¡Te estas burlando de mí! —Susurró enojado.

—No, no me estoy burlando de ti, no te entiendo, ¿De que hablas? —Respondí sin la mínima idea.

— ¡Eleanor no soy tu idiota! —Dijo enojado.

—Sé que no lo eres. Pero ¿de qué hablas? —Me defendí.

— ¡He dejado un costoso vestido en color negro con pequeños diamantes, especialmente para esta noche y sales con que estás usando este vestido! —Gritó para mí.


Muchas gracias por esperar tanto tiempo, esta novela no es nada sin ustedes :) De todo corazón les envío mucho amor y mucha paz, ¡Feliz Día de San Valentin!

Con Mucho amor ¡Jackey!

Don't forget me |Español.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora