Era demasiado temprano como para despertarse, bueno esa era la idea que tenía cierto peliverde que solo se revolcaba en las sábanas sólo deseaba seguir durmiendo pero la alarma del reloj no dejaba de sonar. No deseaba ir pero su jefe y padre adoptivo le había ofrecido el trabajo, era como cualquier otro trabajo, bueno como los anteriores.
Se levantó más a regañadientes que nada, se baño y comió lo primero que encontró, decidió ponerse algo formal, más por sugerencia de su padre.
Sabía que el cliente era alguien de bastante relevancia por eso el formalismo. Como siempre tenía una maleta lista con lo necesario para el trabajo que tomaría. La dejo a un lado la puerta, pues hoy solo iría a ver al cliente y mañana temprano empezaría. Salió y se subió a su moto, se colocó el casco negro y arrancó.
Después de dar vueltas y confundir calles logró dar a una larga pared de ladrillos, se detuvo unos instantes y la rodeó para encontrar la entrada, podía ver una reja, del otro lado de la acera de la entrada de la casa no había nada solo árboles, él pensaba encontrar un barrio residencial muy lujoso pero esta enorme casa que sólo se apreciaba su reja estaba un poco más apartada del resto del barrio, casi se podría decir que era una miniciudad.
Cuando se acercó a la reja un ruido lo sacó de sus pensamientos era un intercomunicador -buenos días señor Roronoa lo estábamos esperando- y la reja se abrió, fue entrando un poco despacio, a la vez que veía de ambos lados hombres de traje negro, aún sobre su moto se dirigió a la entrada de la mansión que por lo que alcanzaba a apreciar era de un estilo antiguo japonés. Bajo de la moto y un hombre de traje negro le hizo una corta reverencia dándole a entender que se haría cargo de su moto, el peli verde solo asintió, se quitó el casco y una voz alegre le hizo desviar la vista -¡buenos días Roronoa-san!- en la entrada estaba de pie una chica sonriente, de cabello largo y rosa recogido en una gran trenza con un vestido blanco sosteniendo entre sus manos una carpeta delgada negra, -pase por favor- e hizo un ademán con la mano invitándolo a entrar.
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Entre la espada y un rubio
FanfictionRoronoa Zoro se ve involucrado con una familia de la que desconoce el gran alcance y poder que tienen y cierto rubio no facilita las cosas. Aunque hubiera deseado no tomar el empleo ya no lo puede dejar.