Cap 1: "Perra".

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Oliv estaba vendando la mordida que tenía

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Oliv estaba vendando la mordida que tenía.

-te iba a arrancar el brazo.- murmuró él chico, yo lo miré.

-esa chica fue difícil.- me sequé el sudor con un pañuelo. La chica estaba a un lado, aún dormida y nuestra abuela Gretta cocinaba un poco de carne para nosotros.

-¡Gretta, tengo hambre!.- gritó Tommy desde la sala.

-tiene que aguantarse, ¿yo soy estufa o qué?.- preguntó de vuelta. Yo sonreí ante la respuesta y Oliv rió.

-mamá no se sulfure, era una broma.- Tom bajó la guardia lo que me hizo reir. Pasó por nuestro lado y abrazó a nuestra abuela por detrás.

-¡tengo calor!.- se sulfuró y casi le pega con el cucharón.

Las risas y las bromas hacía Tom no cesaron, no hasta que dió la hora de comer. Comí con ganas, pues la comida que hacía Gretta siempre estaba buena y tenía mucha hambre.

Sonreí feliz, pues el plan había salido bien y le habíamos quitado su hija a uno de los grandes empresarios del país. Claro que no se atrevería a dejar que maltraten a su hija y dará el dinero mucho más rapido.

-Dom, ¿puedes llevarle esto a la niña?.- preguntó, yo la miré.

-¿Por qué yo?.- pregunté.

-pues tú eres el que le cae mejor.- habló con sarcasmo.- has terminado primero y tienes que darle comida.- me miró con detenimiento y suspiré con molestia, levantándome de la mesa y cogiendo el plato con varios pollos fritos.

Camino hacia el pasillo y busqué la habitación en la que estaba encerrada. Pues esa era una habitación especial, tenía barandillas en las ventanas y una puerta resistente cerrada con llave. Miré la puerta y saqué la llave de mis bolsillos abriendo la misma y entrando lentamente, pues la habitación estaba medio oscura y la silueta de ella no se notaba en la cama. Dejé la comida encima de la mesa que está al lado de la puerta y escucho como la susodicha se cierra de repente. Es una maldita ninja.

Sentí un golpe en mi espalda lo que me hizo arquearla ante el ardor y dolor.

-mierda.- murmuro. Me volteo y la chica me lanza una patada en las bolas que me deja aturdido.- más mierda.- murmuré con voz adolorida.

La miro y esta se cuadra para darme un golpe hacia el rostro, pero sostengo su mano y cuando intenta golpearme con la otra también la sostengo, caminé hacia adelante causando que esta retroceda y cayó en la cama de espaldas, dejando su cabello desordenado encima de esta. Varios botones se habían quitado ante la lucha, lo que me dejaba entre ver su piel suave y blanca, notando su senos envueltos en un sosten de encaje que combina con su piel. Un dolor en mi entrepierna creció y no fue por el golpe, es por la presión del pantalón contra mi pene.

La solté al ver lo que causaba y esta se sentó en dos segundos y frotó sus muñecas.

-déjenme salir de aquí.- demandó, yo alcé mis cejas ante el tono de la niña.

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