Cap 6: "Tentación".

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Me estampé con fuerza dándolo todo, saciandome, quitándome las ganas

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Me estampé con fuerza dándolo todo, saciandome, quitándome las ganas. Rosa rasguñó mi espalda y respiró con fuerza y agitación.

-Dom... -suspiró.- más despacio.- gimió nuevamente ante la fuerza que ejercía contra ella, estaba siendo brusco, lo sabía, pero no podía parar. No quería parar. No ahora que encontré como quitarme las ganas.

-calla.- y la besé, esta buscó mi lengua con la suya y la encontró fundiendonos en un beso apasionado mientras buscaba más placer a través de su parte, hasta que cortó el beso.

-¡más despacio!.- me gritó, a lo que hice caso omiso y a los pocos segundos sentí como ella llegaba.

Abrió sus labios y dejó salir un gemido fuerte, sacudiéndose contra mí. Me empujó desde que terminó su orgasmo y me miró molesta.

-¿estás loco?.- frotó su vagina y cerró sus piernas.

-lo siento.- miré hacia otro lado y me dí cuenta de que estaba igual de urgido que como vine. No había logrado mi orgasmo. Me levanté frustrado y dí una patada en el mueble en donde lo hacíamos varios minutos antes. Rosa me miró y se levantó desnuda en busca de algo.

Rosa tenía un lindo cuerpo, como se dice que lo tienen las latinas. No me tenía vergüenza para nada, ¿y cómo?, si la he visto de mil quinientas formas habidas y por haber y aún sigue pareciendome bonita.

Se paró en medio de la habitación y encendió un cigarro, dándole una calada. Caminó hacía mí y me lo tendió.

-respira esto, estás muy estresado.- y se tiró en el mueble de espaldas. La miré y me senté junto a ella, me encontré con su mirada mientras fumaba y esta suspiró.

-¿Qué diablos te pasa, Dom?.- preguntó, yo la miré y dí otra calada para luego darle el cigarrillo y esta también lo fumara.

- si, en verdad estoy muy estresado Rosa.- repetí,  me restregué la cara.- mi padre comete mucho errores y nosotros lo pagamos... y se llevó a cabo otro secuestro.- me miró y pidió más explicación haciéndome una seña.- secuestramos a la hija de James Butler.- me miró y abrió sus ojos.

-he oído que sus empresas tienen la mitad de Londres, con tiendas y establecimientos.- miró al piso entendiendo.- entonces la hija es la que te tiene así, tan lleno.- se refirió a mis testículos.

-eso creo.- suspiro mirando hacia otro lado.

-cuéntame como es ella, vamos.

Se emocionó, pues Rosa sabe que no cualquier chica me llama la atención. La miré sin querer hablar de eso, pues sentía vergüenza de mi mismo.

-no quiero hablar de eso.

Miré hacia otro lado, sentí su mirada de molestia, me removió emocionada y yo rodé mis ojos con estrés. Sabía que no me dejará tranquilo con ese tema hasta que se lo cuente.

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