La puerta estaba abierta, nadie se había molestado en poner llave a la puerta de la chiquilla, pues había había vuelto y garantizaba que quería quedarse. Eso me hacía inmensamente feliz.
Salí del baño y me sorprendí al ver a la misma recostada de una de las esquinas de la habitación con sus brazos cruzados, sonrió al verme.
Su pelo andaba suelto con ondulaciones de más por la trenza y su cuerpo solo estaba cubierto por dos prendas diminutas.
-tenías mucho en el baño.- me miró.
-me gusta bañarme bien.- sonrió.
-eso es bueno.
Se acercó hacía mi y no pude evitar mirar su cuerpo curvilíneo frente a mí, bajo la luz de la luna, viéndose realmente delicioso. Acarició mi pecho desnudo sin quitarme la mirada de los ojos, sentía que me robaría el alma con esos ojos azul pálido llenos de pasión y locura.
Bajó hasta la toalla que se ataba a mis caderas y esta la quitó del camino, encontrándose con mi pene semi-erecto, con un solo roce de ella ya estaba más que listo.
Se acercó a mi rostro y pude sentir su dulce aliento en mi cara.
-tocame como si fuera la última vez, Dom.- susurró sobre mis labios mientras sus manos se enredaban en mi cabello. -hazme tuya, deja tu marca sobre mí, haz que pida clemencia.- tragué saliva duramente. -haz como si no me vas a ver en un largo tiempo y ahora es el momento de despedirte.- la agarré de sus cachetes.
- ¿por qué dices todas esas cosas?.- pregunté juntando mis cejas pero aún estaba perdido en el susurro de su voz, en su cuerpo contra el mío, en sus labios moviéndose.
-sólo hazme tuya.
Murmuró sobre mí boca y no pude evitar unir mis labios con los suyos probando el pecado mismo, me prendía, me encendía todo de ella y me haría cargo de que ella estuviera aquí conmigo para siempre, que no se vaya de mi lado. Haré lo posible para que sea feliz estando conmigo.
Acarició mi cuero cabelludo y gruñí ante esto, sus dedos jugaban con ellos lo que hacía a mi piel erizarse por completo. Acaricié sus senos por debajo de la tela y lo descubrí acercando mi boca a ellos para lamerlos y chuparlos a mi gusto.
Gimió lentamente lo que me prendió más y los aspiré, para luego rodear mi lengua en su aerola, esta echó su cabeza hacia atrás y empuñó mi cabello de manera salvaje.
-muerdelos.
Sonreí ante su petición e hice lo que me pidió, mi cuero cabelludo ardió ante la fuerza ejercida contra él. Me tomé el tiempo con el otro e hice lo mismo, estaba subido en una nube de pasión, ya no podía parar. Se mordió el labio buscando silenciar sus gritos, la miré y besé el valle de sus senos para después ir subiendo dando besos en su cuello. Llegué a su boca y le dí un beso profundo y hambriento, mordí su labio con fiereza y esta enterró su uñas en mi espalda abriendo sus labios para que mi lengua pudiera entrar con más libertad. Recorrí hasta el lugar más recóndito de su boca y me dí el placer de saborear sus labios con parsimonia.
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Criminales
RomanceBella, sensual, audaz, astuta y mal hablada: Son las características que describen a Kyla, una chica sin pelos en la lengua. La cuestión es, Kyla es un imán para los hombres... y más para los hombres realmente malos. Dominic es un chico que nada en...