Bella, sensual, audaz, astuta y mal hablada:
Son las características que describen a Kyla, una chica sin pelos en la lengua.
La cuestión es, Kyla es un imán para los hombres... y más para los hombres realmente malos.
Dominic es un chico que nada en...
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Lo único que se me ocurrió fue entrar la baño, pues no había ninguna otra salida. Si alguien me encuentra en plena situación me sentiría muy avergonzado.
Nunca había mirado a una niña, en mi vida. Me gustaban de mi edad o más grandes, nunca me había rebajado al nivel de buscar a muchachitas, para nada. Pero había algo en la chiquilla que me hacía perder el control sobre mi mismo, me envuelve como ninguna mujer anteriormente lo hizo, me confunde, pues no soy un hombre que se atasca en un solo culo, eso me aburre, pero estoy seguro que si pruebo el de esa niña quedaré frustrado para toda la vida.
Tragué saliva al ver como se levantaba, admiré su trasero desde lejos, ansiando tocarlo una vez más.
Abrió la puerta y asomó la cabeza.
-oh, es usted.- dijo mientras abría la puerta lentamente.
Miré desde donde estaba, pues me había escondido detrás de la puerta del baño, la cual estaba al lado de la bañera y lograba taparme a pesar de mi altura.
Gretta entró con un pantalón en su mano.
-siento tardar tanto, pues tuve que buscarlo en la azotea donde estaban tendidos.- sonrió Gretta, parecía que la chiquilla le caía bien.
Si supiera lo que hace conmigo, me ofrece su cuerpo de todas las maneras y yo trato también de todas las maneras posibles de negarme. Pero la cosa es difícil. Miré mi bulto dentro del pantalón y lo toqué, mierda, si que estaba como una roca. Y todo por un simple beso de la chiquilla, uno que me dejó deseando mucho más. Maldita sea, Gretta.
- había ido lo más rápido posible, ¿te imaginas que uno de los chicos hubiera entrado y te hubiera visto así?
Gretta preguntó como si fuera una cosa bastante mal, incluso peor que el pecado y la chiquilla sonrió.
-uy si, que horror sería.
Sonreí ante la desfachatez de la chiquilla y Gretta no se dio cuenta de su sarcasmo o ironía que sus palabras contenían, como siempre andaba sin prestarle atención a las cosas.
Gretta la miró y luego le entregó el pantalón en sus manos, la chiquilla lo miró y luego lo abrió poniéndolo sobre su vientre, midiendo si le servía.
-he engordado.- murmuró la niña y Gretta la miró.
-estás creciendo, es normal.
La chiquilla sonrió y empezó a ponerse el pantalón que era más pegado que otra cosa. Mis ojos casi se salen de sus órbitas al ver como el pantalón se acomodaba en su trasero y me lo comí con la mirada.
-muchas gracias Gretta.- sonrió amable lo cual me dejó impresionado, esa chica parecía todo menos eso.
-de nada mi niña.- sonrió.- ah, y compré jabón del que me comentaste.- alzó su dedo y la chiquilla abrió sus ojos y sonrió forzado al ver que iba a entrar al baño a poner los jabones en el estante.
