Cap 34: "La chica tiene agallas".

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Le di el último sorbo al whisky, sintiéndome un poco más sincero de lo común. Habíamos hablado de muchas cosas sobre los enfrentamientos y como íbamos a coger de sorpresa al equipo de James, y obviamente en ese grupo estaba el mismo mencionado.

James había hecho daño a muchas familias, era el rey de las drogas y lo disfrazaba con un hombre de una gran empresa que se dedicaba a la tecnología. Era una fachada para la policía, y con esa misma mentira engañó a más de uno. Nosotros sabemos la verdad sobre el contaminado James Butler y su mujer, la cual es casi igual o peor que él.

Vi entrar a una Kyla vestida de forma normal, pero toda esa ropa se acomodaba a su cuerpo completamente, y eso lo hacía más tentativo.

Es gracioso que aunque esté enojado con ella aún así, mis deseos carnales hacia ella no bajan, creo que han llegado a subir. Saber que no la puedo tocar porqué estoy enojado con ella parece un castigo. Y lo peor, no sé cuanto tiempo más estaremos así.

-hija mía.- llamó Luis.

Kyla lo miró y caminó hacia él.

-quiero que les demuestres a estos idiotas lo que puedes hacer, mi vida.- Kyla lo miró a los ojos.

-¿estás borracho?.- puso su mano en su cintura y lo miró con cara de reproche, solo que no iba con la sonrisa que estaba ocultando.

-casi.- alzó su vaso de whisky.- ahora hazlo por favor, complace a tu padre.

Esta lo miró y negó con la cabeza.

Se acercó a una mesa y miró detenidamente, cogiendo entre sus manos una pistola Beretta 92, la reconocí desde que la tomó. Llenó su cartucho y ya lista se posicionó frente al campo de tiro. Alzó sus dos brazos y agarró el arma entre sus manos. Sus piernas estaban separadas, y posicionó una detrás y otra adelante. Alzó su arma doblando un poco los codos y apuntó al muñeco con el círculo negro, y un punto rojo en el pecho.

Luis nos pasó unos cascos ya que el eco que hay en la habitación es mucho, y el arma de por sí suena fuerte.

Habían otros muñecos los cuales tenían el blanco en la cabeza, brazos y estómago. Rápidamente disparó en los puntos rojos sin equivocarse. Sabía como hacerlo, eso se notaba.

Luis aplaudió y se quitó los cascos riéndose y caminando hacia su hija para abrazarla.

-eres una máster.- besó su cabeza.

-papá, estás borracho y hueles demasiado a alcohol.- se apartó un poco y lo miró con una sonrisa torcida.

-estoy bien.

Caminó hacia mi padre el cual estaba entonado también.

-¿no es buena?.

-la verdad si.

-¡te lo dije!.- se rió con ganas.

Sentí varios toques en mi brazo y miré hacia un lado.

Era kyla.

-¿podemos hablar?.- cruzó sus brazos mirando a mis hermanos, quiénes miraban la escena sin entender.

Ellos sabían que estaba molesto por algo pero no sabían porqué, no les había dicho nada.

-no tenemos nada que hablar.- tomé otro sorbo de whisky.- a menos que me digas lo que quiero saber.- la miré.

Esta me miró mal.

-no te quieras hacer el importante.- me fulminó con la mirada.

-soy importante, así que...

-estoy enojandome Dominic, y no me quieres ver enojada.

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