Cap 2: "Gano mi libertad".

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Entré a la casa y cerré la puerta detrás mío

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Entré a la casa y cerré la puerta detrás mío. Miré la casa y los chicos jugaban video juegos, menos Oliv, quién leía un libro.

Oliver siempre ha sido reservado y callado, pero es muy inteligente y leal. Prefiere leer días enteros y sentarse bajo un árbol a conversar de un tema interesante. Es inteligente con las computadoras pero no le gusta estar sentado usando una por horas. Prefiere leer.

Leí la portada y decía 'Los juegos del hambre'. Tiré la llave al desayunador y quité el abrigo.

-¿y Gretta?.- pregunté al no verla parloteando.

-creo que fue al supermercado.- los miré y asentí lentamente. Es casi de noche, es peligroso que ande a estas horas.

-Tom, vete a buscarla.- demandé. Este me miró sin poder creerlo.

-¿Qué?, manda a Rob, o vete tú, ¡estoy jugando!.- exclamó.

-me vale mierda, levanta ese culo y vete a buscarla, es peligroso, si hubiera sabido yo la buscaba, pero no estaba enterado y acabo de llegar, quiero dormir.- este me miró molesto.- ahora.- advertí, este se rindió y se levantó del sofá, cogió las llaves y con mala cara salió por la puerta dando un portazo detrás de él.

Rob miró a Oliv.

-¿no quieres jugar?.- preguntó.

-no, gracias, está muy interesante.- habló sobre el libro y Rob lo miró con desdén.

-tú y tus libros.- y tecleó el control de los video juegos. Caminé hacia los pasillos para ir a mi habitación, pero algo me hizo detenerme en la puerta de la secuestrada y la miré.

Sacudí mi cabeza y seguí caminando hacia mi habitación, para poder descansar un rato, suspiré y busqué en mi closet ropa y entonces me llegó a la mente que se tenía que bañar.

Traté de borrar los pensamientos sobre ayudarla. La niñita es un dolor en el culo, una niña que si no me cuido puedo caer en sus garras. Eso sería muy peligroso.

Ni siquiera sé si su cuerpo está desarrollado para recibir un pene. Pero lo que si se ve, es que si está preparado.

Cerré mis ojos y traté de quitar todo tipo de pensamientos acerca de ella, pero era imposible. ¿Desde cuándo era pedófilo?, ¡nunca había mirado una niña!, y eso era ella, una simple niña. Una niña seductora y capaz de llevarte a cometer un error.

Miré todos los bóxer que tenía y escogí uno, saqué un t-shirt negro y lo puse en mi mano. Era un maldito masoquista, eso era yo.

Cerré mi closet y caminé hacia la habitación en donde estaba la chiquilla, saqué la llave de mis pantalones y la introduje en el picaporte para después abrirla. Miré hacia dentro y divisé a alguien sentado en los bordes de la ventana.

Miré hacia un lado y encendí la luz, dándome una mejor vista de su cuerpo. Tenía su cabeza recostada del cristal y sus ojos estaban cerrados.

Me acerqué a ella y la toqué, esta abrió sus ojos lentamente y me miró, tenía los ojos rojos y algo me dice que no fue por falta de sueño.

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