Las gotas de lluvia caían sin cesar sobre el pasto. Las sombrillas negras eran la simple decoración sobre nuestras cabezas, mi saco negro hacía notar que estaba de luto. Estaba destrozado.
No pude evitar llorar, pues las cosas habían pasado con tanta rapidez que me había dejado aturdido.
Mi mano fue apretada y miré hacia un lado para toparme con unos ojos azul eléctrico. Aquellos también estaban empapados de lágrimas, pero aún así buscaban darme apoyo incondicional.
Miré al frente y leí los nombres una y otra vez sin poder creer que estaban allí, sin vida.
Mi madre tenía mucho más tiempo enterrada, y se buscó la manera de que su segundo hijo estuviera con ella, a su lado.
Luis estaba a un lado, como quién diría "acompañándolos".
Kyla no pudo asistir al funeral y entierro ya que en esos momentos ella se debatía entre la vida y la muerte. Los médicos estaban tan seguros de que iba a acompañar a su padre en la otra vida, que me dieron la última palabra si dejarla ir o tenerla aún conectada.
Fue el peor mes de mi vida.
Recuerdo que no podía separarme de ella un minuto, pues estaba seguro de que se levantaría de la cama y me diría que todo estaba bien.
Bajé de peso, me veía demacrado y sin fuerzas. Estaba en una depresión terrible entre esas cuatro paredes del hospital.
Y aunque mi padre intentó decirme que debía comer y salir de aquél hospital, no podía. No quería dejar a mi Kyla sola, sentía que debía ser lo primero que ella viera cuando despertara, aunque no tuviera muchas esperanzas de que lo hiciera.
Recé mucho para que despertara... Y un día lo hizo.
Su madre había donado sangre para su recuperación, lo hizo sin rechistar. Por lo que pude ver, estaba muy arrepentida de todo lo que le hizo pasar y por no creer en ella desde un principio. Le recordé que no fue tan malo, al fin y al cabo Kyla siempre decía que se encontraba satisfecha con la vida que había escogido.
Lo que si veía es que Kelly, la madre de Kyla, quería a su hija de vuelta aunque fuera muy tarde ya. Me acompañó en el hospital siempre que podía y cuidaba de Kyla cuando yo no podía estar. Veía como la miraba y escuchaba lo que decía cuando hablaba con ella.
"Mi falta de amor propio hizo que me volviera dependiente de un hombre, un hombre que maltrataba mi cuerpo y mi mente. Que me decía que me amaba y luego desmoronaba mi cara a golpes. Aún así, mi amor ciego por él hizo que no confiara en ti y creyera que eras tú la que buscaba algo más en él. Fui la estúpida más grande.
No me alcanzará la vida para pedirte perdón, por eso haré lo posible para que por lo menos consideres que sea parte de tu vida, aunque sé que no lo merezco.
Y lo peor de todo es que cuando vengo a darme cuenta de mis errores, quedas postrada en una cama sin esperanzas de que despiertes nuevamente.
Perdóname, Kyla. Perdón por ser la peor madre del mundo"
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Criminales
RomanceBella, sensual, audaz, astuta y mal hablada: Son las características que describen a Kyla, una chica sin pelos en la lengua. La cuestión es, Kyla es un imán para los hombres... y más para los hombres realmente malos. Dominic es un chico que nada en...