Criminales

Cap 42: "Al fin y al cabo".

Había una vez una chica, hija de padres ricos, quién tenía una vida infeliz aunque podía comprarse lo que quisiera y tenía todo en bandeja de oro... Ciertamente esto a ella no le importaba ni le llamaba mucho la atención.

Por otro lado, el cabecilla de una familia planea llevar a cabo un secuestro, uno que sabía que le iba a dejar muchas ganancias.

Su padre le había dicho como abordar la misión aunque no estaba enterado quién era el padre de la secuestrada.

Pareció un secuestro como cualquier otro desde el principio, pero la niña llamada Kyla, no era estúpida y sabía cómo manipular a los hombres. Sabía cómo jugar con sus mentes y así lograr sus objetivos.

Tanta fue la manipulación que terminó interesándose del mayor de los cuatro hermanos, Dominic Ayers.

Un peligroso hombre que solo busca dinero y nada más.

La vida da tantas vueltas, el corazón no se gobierna y resulta que el destino es una cosa seria. Pasaron tantas cosas en su relación que en vez de apagarla, la revivieron y reforzaron aún más.

Planearon, robaron, se separaron y volvieron a juntarse... Lucharon juntos y se amaron con tanta locura que terminaron juntos a pesar de las adversidades.

Se puede decir que Dom amó con toda su alma a Kyla... Y sabemos que Kyla lo amó aún más cuando se sacrificó por varios años solo para que no le hicieran daño.

Si eso no es amor, no sé qué será.

Al fin y al cabo, están juntos.

Hubo boda, hubo hijos. No hubo mucho dinero de por medio después de aquellos años, pero si hubo mucha felicidad... Y eso vale más que cualquier centavo.

Dominic Ayers se enamoró perdidamente de aquella audaz y bella chica, la que no temía a enfrentarse a quién se le pusiera en frente, a la sensual y luchadora que siempre busca estar con él.

Habían pasado siete años luego de todo lo que pasó en el bajo mundo, Kyla y Dom vivían en un acomodado departamento que habían adquirido luego de haber vendido el burdel, que después de la muerte de Luis había quedado en manos de Kyla.

Gretta vivía con ellos y para Kyla era demasiado agradable sentarse a beber café mientras los niños jugaban a un lado y Dom atendía la cafetería que habían formado hacía varios años atrás.

Kyla se había vuelto una buena repostera y aunque la tienda no era muy famosa, era siempre alabada por sus excelentes postres y su manera de decorar.

Oliv y Rosa habían formado una familia y por lo que se podía notar eran muy felices, aunque Oliv no fuera muy expresivo se veía muy enamorado. No se le vio un comienzo a su amor, pero definitivamente estaban destinados a estar juntos.

Rob era el tío alegre de la familia y aunque tenía una que otra mujer, aún no llegaba la que lo amarrara por completo. Aún siente un vacío en su espacio, sabiendo que le falta algo y deseando saber al igual que todos como hubiera sido la vida si Tommy aún estuviera vivo.

Emely era una hermosa adolescente, vibrante e inteligente. Estudia duro y se esfuerza mucho para poder convertirse en alguien grande algún día.

Kyla suspiró y se dejó caer en la cama, había sido un día agotador en la cocina y aparte de todo tenía la sensación de que ese día había sido muy largo.

Escuchó unos pasos ligeros  y alzó su cabeza para visualizar quién era. Se sentó en la cama al ver que era su hijo, Louis Thomas Ayers en pijamas. Mejor conocido como LT de cariño.

Sus ojos casi grises miraron a su madre con tristeza, hizo un puchero. Kyla ladeó su cabeza y sonrió de lado, alzando sus brazos para que fuera hacia ella y así este lo hizo, trepandose a la cama y abrazando a su madre con cariño.