Bella, sensual, audaz, astuta y mal hablada:
Son las características que describen a Kyla, una chica sin pelos en la lengua.
La cuestión es, Kyla es un imán para los hombres... y más para los hombres realmente malos.
Dominic es un chico que nada en...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Había pensando en las distintas cosas de mi vida, que hacían que todo fuera mágico y especial. Pues Kyla básicamente era la primera razón en mi lista. Me había cansado de buscar algo para que me calme, el cigarro no funcionaba del todo, el alcohol solo me acordaba a ella más de lo normal, las mujeres me daban a entender lo insatisfecho que estaba, recalcaban que sólo necesitaba una y que esta estaba "lejos" de mi y las drogas nunca me hicieron feliz en su momento. Trataba de escapar de la realidad, de una realidad sin ella la cual era demasiado dolorosa para ser real, pero si era real y la estaba viviendo día tras día por 5 largo años.
Y ahora que la tenía de nuevo junto a mi, me iba a cerciorar de que no se vaya de mi lado. Aunque todo comenzó con un simple deseo, el estar con ella se volvió importante, me hacía ver que hay una persona en el mundo que te hace ver las cosas diferentes y solo por eso te parece especial. Kyla era esa persona para mi y hacía que cada momento, cada conversación y cada noche junto a ella sean lo más especial que había visto y presenciado.
Intenté acostumbrarme a otra cosa que no fuera ella cuando se fue, e incluso pensé que era algo estúpido pues me había acostumbrado a su calor tan pronto que me daba risa y me burlaba de mi mismo por eso. Pero la cosa es que ella es muy importante, alguien tan fuera de lo común no se olvida de la noche a la mañana, y todavía con 5 años encima, aún su recuerdo no se borraba para nada. Hacía el esfuerzo, me llamaba estúpido a mi mismo, quería estrangularme al ver que hacía el esfuerzo pero por más que lo intentaba no podía olvidar sus palabras que me inducían a siempre hacerle el amor, a su comida, a su forma de hablar conmigo como si fuéramos amigos, pero más que eso. Todo en ella me hipnotizó, y cuando ya no lo tuve mas, quise morir.
Quise acostumbrarme a una nueva vida sin ella y se me hacía absurdo que fuera tan difícil para mi olvidarle, pero no, siempre comparaba a todas las chicas que tuve con ella y ninguna era igual o se acercaba a lo que era mi chiquilla. Nunca logré superarla.
Ya habíamos comido, había hecho uno de sus platos exquisitos y cada quién terminó pidiendo más. Ahora jugábamos ajedrez y era de lo mas divertido que existía, pues lograba confundir a todos mientras hablaba de un tema. Era una estrategia que ya conocíamos pero de todas maneras siempre nos hacía perder.
-jaque mate.- me miró y sonrió con picardía, echándose hacia atrás.
-eso es trampa.- Tommy señaló de acuerdo conmigo en el antiguo juego con Rob.
-yo no hago trampa y lo saben.- rió.- que yo destroce su ego por ser lista, eso es ya otra cosa.- alzó sus hombros.
Luis sonrió con orgullo.
-a esa la saqué de mis cojones.
Kyla rió y lo miró con asombro y asco al mismo tiempo al decir esas palabras de repente y no faltaron las risas burlonas luego de esto. Kyla rodó los ojos y rió mientras Rob le hincaba los dedos en sus costillas.
