Nunca me han gustado las calles de mi pueblo. Apagadas, sin vida... La poca gente que pasea por ellas ni siquiera se detiene un segundo para dirigirte una sonrisa o preguntarte qué tal la familia.
Cuando mis padres murieron en un accidente hace trece años, tuve que mudarme con mi abuela, quien se ha convertido en una de las personas más importantes de mi vida.
Desde niña, yo y mi mejor amiga, Amy, soñábamos con el día en que nos iríamos de este pueblo. Sin embargo, el tiempo pasa y ella se fue hace un año a Inglaterra a buscar trabajo.
Y por fin, hoy es mi turno, hoy me voy a New York, y no puedo creer que en a penas un año me vaya a graduar como periodista. Una amiga, me había recomendado finalizar allí los estudios, puesto que las posibilidades de encontrar posteriormente trabajo, eran mayores.- ¡Emily cariño, baja, ha venido Mark a despedirse! - grita mi abuela desde el piso de abajo.
- ¡Ya voy! - digo mientras cojo mi última maleta y cierro la puerta de mi cuarto para disponerme bajar las escaleras.
Cuando llego abajo, veo a Mark sentado en el sofá hablando con mi abuela.
- Bueno está es la última - digo señalando la maleta.
- Trae yo te ayudo - dice Mark quitándomela de las manos. Ambos vamos hacia mi coche, abro el maletero y él mete la maleta.
Cuando termina, lo cierra y nos quedamos mirando. Sin poder evitarlo me hecho a llorar y le doy un abrazo.
-Te voy a echar de menos- digo apretándolo fuerte con mis brazos.
Mark ha sido siempre como un hermano para mí.
Nuestros padres eran amigos y cuando los míos fallecieron los suyos siempre han estado ahí para mí y para mi abuela, por lo que prácticamente nos hemos criado juntos.
- Y yo a ti Em - dice acariciándome la cabeza.
Cuando nos soltamos, veo a mi abuela en la puerta llorando. Me acerco a ella y le abrazo.
- Te quiero cariño, cuídate y llámame a menudo - me dice.
- Si abuela, prometo que en cuanto pueda vendré a verte.
Nunca me han gustado las despedidas, y por eso, el ver a mi abuela y Mark por el retrovisor diciéndome adiós, me hizo replantearme las cosas por un momento.
Tras horas de viaje por fin llego al campus.
Aparco el coche y me dirijo hacia la entrada, cuando a lo lejos, diviso una oleada de estudiantes viendo lo que creo que es una pelea.
Logro ver a dos chicos musculosos, uno de ellos con tatuajes, golpeándose.
Intento ignorar este hecho, puesto que no me conviene relacionarme con gente de ese tipo, y me adentro en el edificio dirigiéndome hacia secretaría.
Tengo que esperar un buen rato hasta que el rector me llama.
- Bienvenida Emily, encantado de conocerte - dice tendiéndome la mano.
- Igualmente señor Smith - respondo de forma cortés.
- Por favor, toma asiento - dice señalándome una silla- lamento decirte esto, pero ha habido problemas con algunos alumnos y la residencia de estudiantes está completamente llena.
- ¡¿Como?! - digo asustada - no puedo volver a mi pueblo, está muy lejos de aquí.
- Tranquila tengo una solución, pero no sé si te va a gustar - dice con una mirada un poco dubitativa - puedes incorporarte a una de nuestras fraternidades, la única en la que queda una plaza libre.
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Mi vida con ellos
RomanceLos padres de Emily Jones murieron en un accidente cuando ella era pequeña, lo que le lleva a vivir con si abuela, en un pueblo de Nueva Jersey. Harta de su vida allí, ya que se siente atrapada en a sus recuerdos, Emily decide mudarse a New York...