Dos meses llevaba en Londres.
Me gustaba mi vida allí: por las mañanas asistía a la universidad y por las tardes trabajaba.
Había conseguido un empleo en una cafetería del centro de la ciudad. Tan sólo iba cuatro horas, pero me pagaban bastante bien.
Veía a mi mejor amiga casi a diario, y Niko y yo nos habíamos convertido en muy buenos amigos.
Hablaba todas las semanas con los chicos, con Karen y con Sophie por videollamadas.
Con Will, a pesar de la distancia, la cosa iba como la seda. Parecía un Will nuevo: estaba centrado en el deporte y según él, había dejado todos los asuntos en los que estaba metido.
De esto último no estaba del todo segura, sentía que como siempre, me ocultaba algo y a pesar de que Max siempre me intenta convencer de que no es así cuando hablamos por teléfono, siento que estos dos traen algo entre manos.
Mi teléfono suena sacándome de mis pensamientos.
Al tomar el móvil sonrió al instante al ver de quién se trata.
- William Anderson- digo con voz de sargento molestándolo.
- Sabes que odio que me llamen así- dice él como siempre a pesar de que se le notaba su felicidad en el tono de voz.
- ¿Lo has conseguido?- pregunto curiosa.
- Si, lo he hecho Em- dice eufórico- me han fichado nada más y nada menos que para el equipo de aquí.
-¡¿Qué?!- grito eufórica y más de una persona se gira mirándome- ¡¿Oh dios mío, en el equipo de New York?!
- Si- dice él.
- Dijiste que a los novatos no los fichaban grandes equipos.
- Pues les debió de gustar mi juego- dice el feliz.
- Obvio, eres el mejor- le digo tras el teléfono- me alegro mucho por ti Will.
- Te echo de menos, ojalá estuvieras aquí- dice Will.
- Te prometí que iría par tu debut Will, pero tengo que trabajar- digo yo muy triste.
- Em, deja el puto trabajo, y ven- dice él- oh vamos voy a jugar en el equipo de New York, voy a ganar mucho dinero ya no te hace falta trabajar.
-No quiero tu dinero Will, quiero ser independiente- digo yo- imagínate que por algún motivo cortamos, yo me quedo sin ingresos. A parte es tu dinero, el que el ganas tú, y yo quiero el mío, no quiero depender de nadie.
- Pues intenta convencer a tu jefe de que te deje venir tres días por lo menos a hacernos una visita- me ruega.
- Lo intentaré, intentaré ir para tu debut- digo finalmente.
- Gracias Em, tengo muchas ganas de verte- dice con tono de nuevo feliz- Te quiero.
Era la primera vez que Will me decía eso. Will era un chico frío, le costaba mucho decir lo que sentía, y aunque yo sabía que me quería, necesitaba oírlo de si boca.
- Y yo a ti cariño, toda va a salir bien, seguro que nos vemos pronto.
Al colgar el teléfono suspiro y veo entrar a la cafetería a mi mejor amiga.
- Hola Em- dice sentándose en una mesa- ¿y esa cara de felicidad?
- A Will lo han cogido en el equipo de New York.
- ¡Tu novio va a ser millonario!- grita ella saltando de la mesa.
- Shh- digo mirando a las personas giradas en todo el local- cállate que trabajo aquí.
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Mi vida con ellos
RomanceLos padres de Emily Jones murieron en un accidente cuando ella era pequeña, lo que le lleva a vivir con si abuela, en un pueblo de Nueva Jersey. Harta de su vida allí, ya que se siente atrapada en a sus recuerdos, Emily decide mudarse a New York...