Capítulo 3- Una fuga de agua y diversos problemas

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Cuando abrí los ojos esta mañana, encontré a Will revuelto entre las sábanas de su cama. Me quedé un rato observándole preguntándome cómo he podido acabar durmiendo en la misma habitación que un tipo como él, el típico chico del que cualquier padre mantendría alejada a su hija.

Los chicos se ofrecieron a acompañarme a mi primera clase, y... aunque, al principio les dije que no rotundamente, no pude negarme puesto que si no, me iba a perder por los inmensos pasillos de la universidad.

- Esa es tu primera clase, relaciones internacionales - dice Max señalándome un aula.

- Gracias chicos pero será mejor que os vayáis a clase o llegaréis tarde- digo para dispersarlos.

No puedo más con las miradas de todo el mundo sobre mí, necesito que se vayan.

- Se que me echaras de menos nena- dice Ben guiñándome un ojo.

Al principio me molestaban los típicos comentarios de Ben, pero esta mañana me he dado cuenta de que es así con todo el mundo, así que paso de decir que no me llame nena.

- Claro que si Ben, tu sigue creyendo eso- digo acariciándole el hombro como si fuera un gato.

- Cuando te ví la primera vez, nunca creí que fueras a estudiar periodismo- dice Jude- entraste gritando y comenzaste hacer muchas preguntas, te veía más como criminóloga.

- ¡Y quizás me veas como criminal si no os vais ya!- digo empujándolos por el pasillo- ¡Fuera!

-Vale, vale nos vamos- dice Max riéndose.

- A la hora de comer puedes venir a nuestra mesa, así estás con nosotros- dice Logan.

- Que honor los princesos me invitan a su mesa - digo con tono sarcástico- oye chicos, paso me caeis muy bien, pero en estos momentos todo el pasillo me está mirando mal por el hecho de ir con vosotros, así que ya me las apañaré sola- digo y rápidamente entro en clase para no seguir hablando.

- ¡Que miráis, cada uno a lo suyo! - oigo que grita Logan en el pasillo.

No puedo evitar que se escape una sonrisa al fin y al cabo me ha defendido.

Me siento al fondo en una de las mesas vacías al lado de la ventana y me quedo un buen rato contemplando el campus hasta que el profesor viene.

- Buenos días alumnos, soy el Sr. O'Neill y seré vuestro profesor durante este curso- dice sentándose en su silla.

El profesor comienza a escribir en la pizarra todo lo que pretende enseñarnos durante el curso y de qué trata su asignatura. Me parece todo muy interesante y cuando me quiero dar cuenta la campana suena indicando el fin de la clase. Las siguientes horas no fue difícil encontrar las aulas a las que tenía que ir e hice amistad con un chico que está en mi clase de historia.

Cuando llega la hora de comer entro en la cafetería y me pongo en la fila para comprar la comida. Cuando tengo la bandeja llena, pago y me siento en una mesa vacía. Veo que los chicos, incluido Will que parece que ha decidido venir a clase, están en una mesa junto con otros chicos que supongo que serán también del equipo, por sus chaquetas.

Veo de reojo que Max me ha visto, y de repente Logan, Jude, Ben y él se levantan con sus bandejas, y todo el mundo se les queda mirando. Se que vienen hacia aquí, y cuando llegan se sientan a comer conmigo.

- ¿Por qué no has venido?- pregunta Jude mientras se come una manzana.

- Por que no voy a ponerme en una mesa con todo el equipo de fútbol americano, no pinto nada, y no quiero que la gente comience a hacer suposiciones falsas sobre mí.

- ¿Por qué te preocupas tanto de lo que diga la gente?- dice Max- además eres nuestra compañera, yo creo que sí que pintas ahí.

- He venido a empezar de nuevo y hacer amigos, no enemigos y sobre todo enemigas porque las animadoras me están mirando ahora mismo fatal.

Automáticamente se giran para mirarlas. Tierra trágame.

- No podíais ser más disimulados- digo entredientes.

De repente veo que Will se levanta de su mesa con la bandeja y se dirige a nosotros, ¿esto puede ir peor? y entonces Will se sienta a mi lado

- Su príncipe azul ha llegado- dice mirándome.

-Déjala Will- dice Logan lanzándole un pata frita.

-Para Logan- y coge una patata de mi bandeja y se la lanza.

- ¡Oye! tírale de las tuyas-digo mientras me como la poca comida que he comprado.

- Atención alumnos, las clases y el partido de hoy quedan suspendidos por una fuga de agua hasta nuevo aviso, pueden irse a casa les iremos informando- suena la voz de una mujer por megafonía.

Los chicos y yo nos levantamos y comenzamos a andar hacia la fraternidad. Cuando entro dentro noto que comienzo a marearme. En un instante, noto como unos brazos me agarran y oigo las voces de todos gritándome y todo se vuelve negro

Mi vida con ellosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora