Capítulo 14 - Amenazas

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- Em- oigo que alguien me dice.

De repente noto como me cogen unos brazos fuertes y me pegan contra su pecho. Yo me agarró a su cuello por reflejo y noto como me dejan sobre una cama y me tapan. Me acurrucó para seguir durmiendo.

- ¡Emily!- grita Will.

- ¿Qué pasa?- digo levantándome de un salto de tal susto que me ha pegado.

- Vamos a llegar tarde- dice él.

- Vístete... ¡rápido!- dice él saliendo de la habitación.

Me visto en cinco minutos y salgo de mi habitación.

Bajo las escaleras y veo a mis cinco guardaespaldas esperándome: me siento de la realeza.

- Toma- dice dándome una magdalena Jude.

Yo suspiro y la cojo para comermela.

Salimos de la fraternidad hacia la universidad. En cuanto comenzamos a andar por el campus la gente empieza a mirarnos. Yo los ignoro y sigo hacia delante con los chicos pegados a mi.

Me dejan literalmente en la puerta de mi primera clase y me hacen prometerles que comeré con ellos en la cafetería, yo accedí para que me dejasen tranquila.

El día fue duro, miradas, susurros y diversos altercados que hicieron los chicos.

Cuando llego a la fraternidad me pongo a estudiar todo lo que hemos dado hoy para ir al día y cuando miro la hora, ya es por la noche.

Recibo un mensaje de Karen.

"No he quedo con Peter, ¿te apetece fiesta esta noche?"

"¡Claro! Pero no debería de faltar mañana a clase" le contesto.

" Oh vamos, puedo conseguir los apuntes de tus clases, tengo contactos que me deben favores"

" Bueno... está bien"

" Ponte guapa cariño, tenemos que estar irresistibles"

" Ven a mi casa en una hora"

Abro mi armario y busco entre los vestidos.

Encuentro un vestido de lentejuelas corto. Me lo pongo junto con unos tacones negros y un bolso del mismo color. Entro al baño, me maquillo destacando mis labios con un rojo pasión que deja sin aliento. Por último me aliso y me peino el pelo.

Creo que los chicos tenían hoy entrenamiento por lo que no llegarán hasta tarde. De todos modos decido salir por la puerta de atrás y llamo a Karen.

-¿Dónde estás?- digo andando por la calle.

- Estoy llegando, vamos en coche- dice ella.

- Vale, te espero- digo yo volviendo hacia la fraternidad.

En apenas cinco minutos, el coche de Karen para al lado mío, yo me subo y la saludo.

- ¿A dónde me llevas idiota?- digo yo- ¿qué ha pasado con Peter?

- Te llevo a la discoteca más conocida de New York y Peter es un gilipollas. Había quedado con él y lo encuentro enrollándose con una tía en la calle de al lado.

- Vaya desgraciado- digo yo asombrada.

- Pues juega en el equipo de la universidad, así que no me extrañaría verlo algún día por tu fraternidad.

- No me digas que es amigo de estos- digo y ella asiente - tiene sentido, son todos iguales de mujeriegos e idiotas.

- Parece que a la única que respetan es a ti- dice ella riéndose- intentan protegerte de lo que hace la gente como ellos.

Mi vida con ellosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora