Capítulo 4 - Mis hermanos mayores

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Cuando por fin abro los ojos, veo que me encuentro en la habitación de un hospital. Ben y Max se encuentran durmiendo en un sofá en una pose muy cómica: Ben tiene apoyada la cabeza en el hombro de Max y este último se le cae la baba.

Encuentro mi bolso al lado de la cama, cojo el móvil y les saco una foto.

- Por si en algún momento la necesito- digo para mi misma.

En ese momento oigo abrirse la puerta y entra una enfermera.

- Oh, ya estás despierta - dice acercándose - ¿qué tal te encuentras?

- Bien, ¿qué me ha pasado?

- ¿Has estado comiendo bien estos días Emily?, hemos visto tu historial médico.

¿Qué? Ahora se habrán enterado todos de que hace años fui anoréxica.

La verdad es que estos días casi no he comido porque estaba nerviosa por el viaje, pero no lo voy a reconocer porque me volverán a inflar de antidepresivos y más medicamentos.

- Pues claro que he comido bien.

- Pues eso no dicen tus análisis de sangre señorita- dice revisando el gotero.

Miro hacía otro lado de la habitación y me cruzo de brazos. Estoy harta de que todo el mundo me trate como si fuera una niña.

- No puedes seguir así, tu salud está en juego.

Al ver que la ignoro me avisa de que va a avisar a los chicos de que me he despertado.

Al rato entran Jude, Logan y sorprendentemente Will. Ben y Max se despiertan también.

- ¿Qué tal estás?- dice Jude.

Se que están incómodos porque no saben como tratar el tema sin herirme. Puedo ver reflejada en sus miradas pena.

- No me miréis con pena. ¡Odio que toda la gente lo haga! - digo furiosa tirando la almohada al otro lado de la habitación - dejarme sola por favor.

- No- dice Will- ¿o qué será lo próximo que hagas? ¿rajarte las venas?

Esas palabras se me clavan como cuchillos afilados. Se me llenan los ojos de lágrimas.

- Will eres un gilipollas- dice Logan.

- Largo- digo sin expresión en la cara- ¡he dicho que largo!

- Estaremos fuera, cualquier cosa avísanos- dice Ben.

El día pasa rápido y a la hora de cenar me dan el alta y oigo a través de la puerta como el médico les dice a los chicos que se aseguren de que como.

Me monto con Jude en su coche y los demás deciden ir con Ben.

- Oye Emily, Will se ha comportado como un idiota hoy- dice sin despegar la mirada de la carretera- no te tomes enserio lo que ha dicho, sé que no harías nada de eso.

- No, no lo sabes, tu ni nadie de vosotros lo sabe, porque no me conocéis de nada, no sabéis lo que he pasado estos años- digo llorando.

- Quizás no lo sepa, pero me gustaría saberlo y que me lo cuentes cuando estés preparada para poder ayudarte Emily.

No digo nada y me limito a mirar por la ventanilla hasta que llegamos a la fraternidad.

Entro y subo las escaleras para dirigirme a mi habitación.

- ¡La cena estará en diez minutos!- me grita Logan desde el salón.

Entro y cierro con un portazo y justo estaba el rey de Roma en su cama con el móvil. Paso de él y cojo mi bolso con dinero.

-¿A dónde vas?- dice mirándome.

- A ti qué te importa- digo saliendo de la habitación.

- Tu no vas a ningún sitio- dice agarrándome de la muñeca en el pasillo arrastrándome hacía la habitación.

- Déjame tranquila- digo intentando soltarme- no eres nadie para decirme lo que tengo que hacer.

Entonces me agarra de las piernas y me levanta en su hombro.

- ¡Will bájame ahora mismo!

Y lo único que hace es quitarme el bolso.

-¡Will te estoy diciendo que me sueltes!

- Ya te he oído princesa - dice bajando las escaleras.

Los demás se nos quedan mirando desde el salón.

- ¡Queréis alguno ayudarme!

- Se quería largar de casa sin cenar- les dice.

- ¡Buena suerte con el gigante Emily!- dice Ben .

Y todos se comienzan a reír.

Will me deja en una silla en la cocina y me pone en frente un plato de arroz.

- Come - me ordena.

- ¿Por qué haces esto?

- Porque intento ayudarte.

- ¿Por qué?

- Me recuerdas a mí hermana. Come y deja de hacer tantas preguntas.

Tanto misterio me está matando, este chico es un caso.

Decido comer para que me deje en paz y cuando me lo acabo salgo de la cocina, subo y cojo el bolso del suelo del pasillo. Cuando llego abajo me guardo una copia de las llaves de la fraternidad y antes de salir me para Jude.

- ¿A dónde vas a estas horas?

- Por ahí, a algún bar, a librarme de mis penas.

- No deberías ir sola por la calle a estas horas, deja que te acompañemos los cuatro.

- No, quiero pasar un rato sola .Por cierto, ¿dónde se ha metido Will?

- Se ha ido hace un momento.

- Ah - digo abriendo la puerta.

- Ten cuidado anda.

Llevo solo unos días en esta casa y siento que todos son como mis hermanos mayores y eso apesta. No son quiénes para decirme lo que tengo o no que hacer.

Comienzo andar y cuando han pasado cinco minutos desde que salí de la fraternidad, encuentro a un montón de gente y veo muchas motos. Intuyo que son carreras ilegales, en mi pueblo solían organizarlas cada cierto tiempo en una carretera abandonada y se juntaba gente de los pueblos de alrededor.

- ¿Qué haces aquí?- dice una voz a mi espalda.

Cuando me giro veo que es Will.

- ¿Y tu qué haces aquí?

- Participar- añade como si fuera evidente.

- Yo estaba dando una vuelta- sigo mirando hacia la multitud.

- ¿A estas horas? ¿sola?

- Buscaba un bar o una discoteca.

- Joder,y yo pensaba que eras no salías de casa en meses. Las discotecas están en esa dirección- dice señalándome una calle.

-Vale gracias- digo andando hacia allí.

Al cabo de un rato llego a una discoteca. Lo primero que hago es sentarme en la barra.

- Ponme lo más fuerte que tengas
Le digo al camarero. El chico me pone un vaso con un líquido extraño.

Me lo bebo de un trago.

- Ponme otra.

- Como sigas a ese ritmo acabarás borracha en media hora- dice una chica a mi lado.

- Por lo menos me olvidaré de que existo durante toda la noche.

- Soy Karen .

-Yo Emily .

Y así es como empezó la noche.

Mi vida con ellosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora