TRATO HECHO

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DISCULPADME LA TARDANZA, DISFRUTAR!


Estaba sentada en su silla de cuero frente al ventanal con un vaso de café desechable grande entre sus manos, llevaba dos horas aproximadamente en esa postura, mirando las vistas de la ciudad mientras que su mente trataba de recordar con nitidez su pasado. Imágenes de ella destrozada y rota, era lo único que conseguía recordar y volver a pasar por ese hundimiento era algo que no se lo deseaba ni a su peor enemigo. Negó con la cabeza cuando sintió una punzada de dolor en su pecho, sentía odio hacia Alycia, pero también se sentía frustrada consigo misma por sentir todo lo que estaba sintiendo, porque le habría gustado mostrar la misma indiferencia que mostró Alycia al hablar con ella, estaba segura que Alycia nunca la quiso como en tantas ocasiones le decía que la amaba, de ser así habría actuado de otra manera ¿Verdad? Cerró sus ojos recordando el verde de su mirada, sus labios, su sabor, su piel, su tacto...rió irónica admitiendo a sí misma lo hermosa que se veía Alycia, sus facciones mucho más marcadas, más perfectas. Y para ese entonces sintió miedo, miedo de que el gran muro de acero que había construido durante todos esos años, se desplomara de la noche a la mañana, pero no se lo podía permitir, tenía a Richard y a su hija que lo quería tanto como ella, tenía todo lo que había soñado o casi todo, pero era lo que la hacía feliz e iba a luchar contra viento y marea para que nadie se lo arrebatara, no otra vez.

No pudo seguir divagando en sus pensamientos, pues alguien había tocado la puerta y su pulso se aceleró unos segundos cuando pensó en la probabilidad de que fuera Alycia, pero al escuchar su puerta cerrarse se relajó, solo una persona tocaba y entraba sin su permiso y esa era Spencer, por lo que no se dió la vuelta y esperó a que su secretaria se acercara a ella y le hablase, pero no, estaba a punto de tener una taquicardia cuando escuchó su voz más cerca de lo debido.

-Clarke...-Tragó hondo, frunció un poco su ceño cuando miro a su derecha y vió a Alycia de pie con la mirada puesta en el ventanal.-¿Podemos hablar?-La miró a los ojos y los nervios comenzaron a hacerse presente.

¿Hablar?¿De qué? No tengo nada de que hablar contigo.

Clarke, eres su jefa y trabaja para ti, puede tener dudas.

Me da igual, no la quiero cerca.

Pórtate ¿Quieres?

-¿Qué ocurre Debnam?-La llamó por su apellido para mostrar indiferencia o al menos intentarlo cuando se levantó de su silla y la arrastró hacia su sitio.-¿Es sobre el proyecto? porque de no ser así, puedes retirarte.-Le dijo tajante.

-Sí, es sobre el proyecto.-Miró hacia Alycia, aún seguía mirando las vistas y se encontraba de espaldas a Clarke con sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón de esmoquin. Le fue inevitable a la rubia no hacerle un cacheo pero negó rápidamente con la cabeza cuando sus ojos se posaron en su trasero.

-Creí haberte dicho que Spencer se encargaría de tus dudas.-Dijo sentándose en su silla, escuchó como Alycia caminaba hacia ella y sus miradas se conectaron una vez que la castaña se sentó en la silla vacía delante de Clarke.

-Cierto, pero en lo que a mi respecta Spencer es tu secretaría y de arquitectura sabe poco, y tú eres mi jefa y como trabajo de forma individual, no tengo compañeros que puedan resolver mis dudas.-Sonrió levantando la comisura de su labio izquierdo de forma casi imperceptible.

Que estúpida eres Clarke.

-En ese caso, ¿Cuáles son tus dudas?-Su tono era serio al igual que su semblante, no daría un brazo a torcer por una sonrisa jodidamente sexy.

QUÉDATE CONMIGO 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora