CABAÑA 2/5

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-Acabo de cederle mi sitio a Clarke ¿y sabes? Tengo una idea cojonuda para que Lexa no duerma solita hoy.-Sonrió como si lo que hubiera dicho habría sido la mejor idea del mundo.

-Eh...¿Y para qué...espera...no entiendo.

-Mira que eres cortita eeh...A ver, Lex duerme en la habitación pequeña al lado de la de O, si duerme con Clarke, no habrá...ya sabes, cosas guarrillas de por medio.-Sonrió levantando sus cejas de manera sugestiva. Alycia frunció el ceño mordiéndose el labio inferior, miró hacía la mesa para luego volver a mirar a la latina.

-No, no quiero hacer nada Raven, no creo que sea buena idea...

-Joder tía que te me estas rajando, yo ya le quite a O los condones, no me puedes dejar ahora jugando sola.-Chasqueó la legua cual niña.

-¿Qué has hecho qué? Raven, sabes que ella se dará cuenta ¿Verdad? esto es un juego de críos que no pienso participar, se te ha ido completamente la olla.-Avisó totalmente segura.

-Oh vamos, mira me cae bien Richard, pero se va ha follar a tu Julieta cuando de manera bonita se lo puedes impedir, no es jugar sucio, solo es ser inteligente, no me seas gallina anda, encima que te ayudo.

-No me ayudas, solo no quieres tener remordimientos tu sola.-Dedujo sorprendiendo a la latina.

-También, pero sé que no quieres que suceda lo anterior, y yo te puedo ayudar en eso.-Admitió orgullosa de sí misma. Alycia sonrió sin poder creerse lo retorcida que podría llegar a ser Raven, miró hacia la mesa donde Richard se acercaba a Clarke llamándole la atención y sin pudor ni nada, la beso con ganas, el beso duró apenas unos segundos, pero unos segundos que Clarke no se separó, unos segundos que la mandíbula de Alycia comenzaba a sufrir por la presión que estaba ejerciendo y su respiración agitarse, no apartó la mirada hasta que Richard conectó la suya con la de ella y sonrió de manera victorioso.

-Sera cabrón el gran hijo de...Raven me lo he pensado mejor ¿cuál es el plan?-La latina sonrió levantando su botellín antes de darle un trago.

-¿Cómo lo habías dicho? Ah sí ''No Raven, son juegos de críos yo no pienso participar''.-Agudizó la voz haciendo que la ojiverde se levantara irritada del sofá.-Oh vamos, no te piques solo bromeaba.-Tiró de su mano para que se sentara nuevamente.-Estas mona celosilla eh, se te ponen las orejas rojas.-Rió escandalosamente mientras Alycia se echaba el pelo hacía un lado para luego cruzarse de brazos evitando las miradas de los demás que se voltearon con curiosidad.

-Bueno ¿Me vas a contar cual es tú magnífico plan o no?-Dijo asqueada.

-joder que borde ojitos.-La chinchó un poco más.

-¡Aly, Aly! ¿Quieres jugar conmigo a las cartas? Soy muy buena, he ganado 5 veces.-Se notaba la ilusión de la pequeña al hablar y al parecer ese efecto también lo tenía en Alycia, porque todas sus facciones se relajaron y su sonrisa de pronto fue inmediata.

-¿Ya me cambias por esta? ¿En serio? Yo que pensaba que era tu preferida traidora.-Bufó fingiendo molestias.

-Es que eres muy mala tita.-Sonrió con ternura la pequeña.

-Cielo yo mmm...se me da muy las cartas ¿Qué tal si te sientas aquí conmigo y jugamos a algo que se me dé mejor?-Se excusó.

-¿Y a que juego?-Preguntó curiosa bostezando.

-Ven, siéntate aquí conmigo.-Alzó a la niña acunándola en su regazo.-¿No tienes sueñico?

-No...-Bostezó nuevamente recibiendo un beso cariño de la morena.

-Oye Picasso, te cuento un cuento si subimos a dormir ¿Qué te parece?-Propuso la latina guiñándole un ojo a Alycia que la miró extrañada.

-Mmmm vale, pero solo si Aly viene también.

QUÉDATE CONMIGO 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora