LEY DE MURPHY

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RECOMIENDO ESCUCHAR LA CANCIÓN  1000 HANDS DURACIÓN 3:15 , DE 5HARMONY DURANTE LA LECTURA, DISFRUTEN.

Suspiró, le temblaba el cuerpo entero.

-Bueno se acabó, que siga con su vida y yo seguiré con la mía, con mi hija, lo más importante que tengo y con alguien que me quiere. Sí eso haré.-Pensó tratando de convencerse, se acomodó en su silla y comenzó a ojear unos archivos.-¿Cómo pudo verla? Yo ya no lo hago. ¿Que vió?¿Qué habrá pasado?...Bueno no es asunto mío, ya se acabó todo.-Era consciente de que se contradecía, pero las preguntas aparecían en forma de disparos incapaz de poder esquivar cada bala.- ¿Y si ya no la vuelvo a ver nunca?¿Y si se vuelve a marcharse y esta vez no vuelve?-Se le acelera el corazón de golpe ante sus pensamientos, tiene más calor de lo normal debido a los nervios, se levanta de golpe de su silla y coge las llaves de su coche. Apresura sus pasos hacia la salida, no se detiene para llamar al ascensor y baja por las escaleras de emergencias saltándolas de dos en dos. Cruza la puerta de la salida de su empresa y no se toma un segundo para respirar; corre hacia el parking y ve su coche arrancar, sabe que gritarle será una pérdida de tiempo, por lo que se dirige hacia el suyo y lo arranca con rapidez, circula por la carretera buscando su vehículo con la mirada, le tiembla todo, es consciente que lo que va hacer es una locura, pero no se perdonaría el echarse para atrás. Ve su coche a tres vehículos del de ella, busca una forma de adelantar y llegar a su altura; pero no puede, no tiene un carril de adelantamiento. Trata de no perderla de vista cuando toma la rotonda y sale en la tercera salida, observa su entorno y frunce el ceño cuando el lugar le resulta demasiado familiar. Se da cuenta de cómo el BMW todo terreno de Alycia aparca y suspira aliviada, aminora la velocidad decidida a dejar su coche en doble fila y correr a su altura con un único objetivo cuando le ve caminar a paso ligero, casi corriendo. Le sigue con la mirada y una ola de rabia, celos y dolor mezclados le golpea con brutalidad al ver a Alycia entre los brazos de su mejor amiga, de Raven.

Pisa el acelerador chirriando las ruedas, no llora, pero siente la puñalada atravesarle sin ningún cuidado entre sus entrañas. A lo largo de los años, Clarke aprendió que el problema de los días malos es que no son las hojas de un libro que puedes quitar, son los marcapáginas, donde se encontraban subrayadas todas esas cosas que se dicen cuando no hay valor o todas aquellas anécdotas que de manera fantasmal, te sacaba una sonrisa anhelada sin que te dieras cuenta. Decir que se acabó no era rendirse, es saber que ya fue suficiente, había llegado el momento de ignorar aquella historia y dejar todo atrás, ponerle un punto final porque ya no había nada por el que luchar. Aprieta el volante entre sus manos y mira al retrovisor, chocando su mirada con las lágrimas y palabras inentendibles en el rostro de Alycia entre las manos de Raven, quien la abrazarla una vez más. Vuelve su vista a la carretera mordiendo su mejilla impidiendo de esa forma que el nudo que se le ha formado en su garganta se deshaga.

Pero todo lo que vieron los ojos de Clarke, fue un simple reflejo de lo mal que su mente interpretaron las imágenes. Aquel abrazo que estaba compartiendo Alycia y Raven, no era algo sentimental, ni algo que fuera más allá de una amistad. Clarke no sabe cuán doloroso es para Alycia, ni como le han sentado todos los años de soledad, ni cómo lleva la carga emocional y si hubiera pensado dos veces lo que aquel abrazo significaba, se habría dado cuenta que tantos sus sentimientos como el de la ojiverde, coincidían en una perfecta combinación. Quizá estaba siendo una egoísta, pero solo trataba de evitar no quitarle un ladrillo al muro que construyó alrededor de sus sentimientos, porque cada ladrillo que quitaba, era un daño a mayor escala.

10:08 A.M.

-Shsss tranquila Aly, tranquila.-Raven la abrazaba fuerte mientras que la ojiverde se sacudía debido al llanto. Después de recibir una llamada de Alycia, no dudó en salir de su empresa para encontrarse con ella.-¿Qué ha pasado?-Pregunta preocupada.

QUÉDATE CONMIGO 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora