LEXA

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SIENTO LA TARDANZA, COMO SIEMPRE DISFRUTARLO.

  Le dolía la cabeza de tal forma que se sentía desorientada a medida que abría sus ojos, había pasado todo tan rápido que no se paró a pensar en cómo había acabado en el suelo y con su tronco entre los brazos de Clarke. Se sentía débil y lo único que quería era seguir con sus ojos cerrados.

-Alycia vamos, abre los ojos.-Oyó a la rubia y se obligó a sí misma a que sus párpados se abrieran.-Eso es...dime que te duele ¿Cómo te encuentras?

-Estoy bien.-Dijo en un susurro volviendo a cerrar sus ojos, sin fuerza para hacer o decir algo más.

-Rubia te traigo...Mierda ¿Qué ha pasado?-Para ese momento, Raven nada más abrir la puerta del despacho de su amiga, corrió a su alcance preocupada por la situación.

-Se ha desmayado, ayúdame a incorporarla.-Le pidió con suplicio.

-Ei, venga vamos a levantarte.-Le susurró mientras pasaba un brazo de la ojiverde por su cuello haciendo que Clarke le imite en el gesto y con una sincronización casi perfecta, levantan a Alycia. A pasos lentos pero tercos sentan a la ojiverde en el sofá donde automáticamente, se lleva sus manos a una parte de su cabeza aguantando una mueca de dolor.-Llamaré a una ambulancia.-Informó tras ver a su amiga en ese estado. Miró a Clarke quien le sostuvo la mirada el tiempo suficiente como para saber que la latina tendría unas cuantas cosas que decirle en el momento que tuviese oportunidad.

-No, no hace falta. Estoy bien.-Llamó la atención la ojiverde haciendo un intento fallido de levantarse.-Tengo que seguir...

-No tienes que seguir haciendo nada, te vas al médico y luego te irás a casa.-Demandó Clarke.

-¿Ahora te preocupas por mi?-Le contestó sin morderse la lengua, bastante se había callado. Clarke le aguantó la mirada durante unos siete segundos y luego la apartó para mirarle a Raven quien observaba la escena en silencio.

-¿Tienes algo que hacer ahora?-Pregunta a su amiga haciendo caso omiso a la indignada mirada de Alycia.

-No, estoy libre hasta las tres.

-Encargate de que vaya al médico, tengo una reunión ahora.-No esperó una respuesta por parte de su amiga, ni volvió a mirarle a Alycia, se dió la vuelta y salió de su despacho a paso ligero sin medir la fuerza con la que cerraba su puerta.

-¿Cómo estás?-Rompió el silencio Raven tras el portazo de Clarke.-¿Qué ha pasado?

-Me va ha explotar la cabeza.-Se masajeó las siens suspirando de manera pesaba, estaba deseando volver a cerrar los ojos y no abrirlos por un par de horas al igual que hacer caso omiso a la presión que se había posado en su pecho al encontrarse con los vulnerables ojos de Clarke, pues juró poder ver todos los sentimientos de la ojiazul en aquella mirada que duró unos escasos segundos.-Y si no te importa, hablamos de ello en otro momento, ahora lo que menos quiero es pensar.

-Te ves horrible.-Dice sonriendo la latina de manera cálida.

-¿Gracias?-Ironiza negando con la cabeza, solo Raven en esas situaciones sabía cómo desviar su atención.

-De nada, ahora vamos, te llevare a que te vea un médico.-La levanta con cuidado obviando las negaciones de ir al médico de la ojiverde. Salieron de la empresa sin intercambiar palabra, ambas absortas en sus pensamientos, por un lado; Raven sentía enfado hacia Clarke y lástima hacia Alycia, se sentía mal consigo misma por no haber parado los pies de la rubia aunque sus intenciones no era llegar hasta el nivel que ha llegado, era la situación perfecta para que la famosa frase ''contra la espada y la pared'' se hiciera presencia, Clarke es su mejor amiga, prácticamente su hermana y Alycia, su amiga y confidente, que a pesar de haberla odiado durante un tiempo por razones obvias, ahora no había mejor persona que la entendiese sin haber presencia de palabras para entenderse, simplemente la comprendía. Claro que iba ha hablar con su mejor amiga y ser justa, de eso no había ninguna duda, solo lo que no sabía, era cómo iba a terminar la pequeña disputa que seguramente iba ha haber. Alycia por su parte, estaba deseando no pensar, que su mente le diera unas vacaciones, pues aunque lo hubiera dicho, habría retrocedido en el tiempo y al momento exacto donde su boca comenzó a decir palabras que en cierto modo era y no era verdad, ¿Que si se iba a rendir? puede que en ese momento lo haya dicho, lo haya sentido incluso, pero no querido.

QUÉDATE CONMIGO 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora