QUÉDATE CONMIGO 2.

LUJURIA

DISFRUTARLO Y AGARRAOS  LAS CURVAS HAN LLEGADO ;) 

Era su día libre y cómo la semana pasada; se arregló con algo básico y cómodo, puso comida a los peces de su acuario que constaba realmente con dos peces, según la dueña; los demás habían huído...por el bater a causa de un error. Salió de su apartamento pensando en qué podría hacer hoy con su nueva y única confidente para pasar el día de forma distraída.

Cuando desayunó con su mejor amiga el lunes de la semana pasada, le preguntó si iría a ver a la ojiverde y tratar de hablar con ella; llevándose una rotunda negativa por parte de la ojiazul, se molestó, pero no dijo nada al respecto, si su amiga decidió que lo mejor era mantener las distancias y seguir con su vida y sus responsabilidades, la respetaba, pero no lo compartía, no después de tantos golpes seguidos que se había ganado la morena; por lo que se pasó a ver cómo se encontraba Alycia después de cuatro días sin dar señales de vida. La ojiverde no dijo nada al ver a la latina plantada en su casa, se hizo a un lado y esperó a que Raven entrara para volver a cerrar su puerta.

-Dios estás...estás...-Agita sus manos buscando una palabra para describir el aspecto de la ojiverde, pues la holgada camisa blanca con los pantalones de chándal gris que viste, no le ayudan a elegir una buena palabra sin que ofenda.

-Hecha una mierda.-Completa la frase de la latina sorbiendo su irritada nariz.

-Sí... Y tu apartamento mmm...

-También está hecho mierda.-Vuelve a interrumpir caminando hacía su cocina y sirviéndose un vaso de agua.

-¿Desde cuando no abres las ventanas o bajas la basura?-Pregunta inspeccionando el lugar un poco sorprendida por tal desorden; cajas de pizzas por el suelo con varias latas de Coca-Colas vacías esparcidas entre bolas de papeles de trabajos fallidos, planos de edificios a medios dibujar encima de la mesilla de café con varias tazas vacías y alguna que otra a medio terminar su contenido. Mira hacía la cocina americana donde la ojiverde la observa apoyada en la encimera y ver tantos platos sucios, más latas de refrescos, envases de comida china y más cajas de pizza's a medio terminar, consiguen ponerla un poco nerviosa, puede ser una loca y todo lo que quieras, pero odia el desorden, la pone nerviosa e incómoda.

-Desde que mi jefa me explota y yo como gilipollas término de esta manera-Responde de manera neutral, Raven la observa consiguiendo ver más allá de su indiferencia, se acerca hasta su altura y la abraza de manera segura entre sus brazos, diciendo en silencio palabras que no son necesarias pronunciar. Alycia se aferra a ese abrazo, sintiendo algo de apoyo en medio de la oscuridad en la que se ha sumido, solloza sin vergüenza en el hombro de la latina, se siente rota y hundida.-Estúpido sentimiento ¿Por qué no me puedo librarme de él Raven, por qué?- Susurra entre lágrimas.

-Shsss cielo, respira...-Acaricia su espalda intentando de esa manera indicarle que no se irá, que estará a su lado, que la comprende. Tras unos pocos minutos, el sollozo de la ojiverde disminuye haciendo que el abrazo se deshaga.-Estás pálida.-Dice al percatarse del color de su semblante, posa una mano en la frente de su amiga, haciendo que su preocupación aumente.-Joder, tienes fiebre.

La consternación se hizo con todo su cuerpo al ver el estado en el que se encontraba la ojiverde al abrirle la puerta, sus ojos hinchados, con claros signos de haber llorado no solo por horas; sino por días, ojerosa, delgada y con voz cansada al igual que su deplorable apariencia, tras notar la elevada temperatura de la morena, sí al verla, decidió que se encargaría de brindarle hospitalidad, en ese momento decidió pasar de Raven Reyes, a mamá Reyes, o así lo bautizó la latina.

-Raven, en serio ya estoy bien.-Repite por cuarta vez cansada de tanta insistencia con el termómetro.

-Solo procuro que no sea una alucinación ya sabes, dinosaurios y esas cosas.-La pica de manera divertida.