RESERVA DEL 2012

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Lexa miraba con curiosidad todo el departamento de Alycia sin ninguna vergüenza, su habitación, su baño, los cajones del salón, la cocina, hasta que finalmente se detuvo, ladeó su cabeza hacia la izquierda y preguntó.

-¿No tienes juguetes?

-Mmmm depende de qué juguete.-Bueno eso en voz alta sonó demasiado mal, así que rectificó su respuesta.-No, no tengo juguetes.

-¿Y con qué juegas?

-Dibujo a veces o lo hacía, eso es divertido ¿No?

-Sí, hoy había hecho un dibujo para mamá y Lucy y Karla me lo rompieron.-Y aquí llegaba una de esas situaciones que a Alycia se le daba fatal de manejar, consolar. Lexa tenía una mueca de tristeza en su rostro y la ojiverde se mantenía paralizada en su sitio, cuando la niña bajó la mirada hacia el suelo, se obligó a reaccionar.

-Ven aquí, ven.-Llamó a la pequeña quien enseguida se acercó y se colgó de su cuello.-Esas niñas no volverán a hacerte nada o tu mami les cortaran las manitas ¿recuerdas?-Lexa asintió mostrando una leve sonrisa.-¿Quieres que hagamos otro dibujo para ella?

-Sí.-Sonrió con más ganas y eso produjo un cosquilleo al cuerpo de Alycia.

-Bien, siéntate aquí mientras traigo los lápices de color y un cuaderno ¿entendido?-La dejó sobre el sofá y se dirigió hacia el armario que tenía al lado de la tv, abrió uno de los cajones y sacó un cuaderno, buscó los lapiceros, pero era inútil, ella no dibujaba a color, todos los planos que realizaba era con un portaminas. Se giró sobre sus talones encontrándose con la curiosa mirada de Lexa.-Mmmm no tengo lápices de color.-Lexa no contestó y eso le provocó un leve malestar.-¿Qué te parece si vamos a comprarlos?-En ese momento la niña sonrió devolviendo el alivio a su cuerpo.

Diez minutos más tarde, Alycia bajaba de su coche y corría hacia el asiento de atrás con un paraguas, comenzaba a llover con fuerza.

Cargó a la niña entre sus brazos y caminó con rapidez hasta el supermercado, sí, el mismo donde trabajaba.

-Aly, tengo hambre.-Murmuró  haciéndola sonreír embobada  por el diminutivo nombrado, cogió un carro de compras y colocó a la niña en su interior, esto comenzaba a gustarle.

Primero fueron a la zona de materiales, donde cogió un cuaderno de dibujos con hojas en blanco y otro para colorear, lápices de color junto a una docena de rotuladores para luego dirigirse a la zona de comida, de comida basura.

-Dime Lex ¿Qué comes?-Preguntó mirando las estanterías.

-Chocolate.-Escuchó y avanzó hasta la estantería de chocolates.-Esto de aquí me gusta mucho.-Señaló a un kinder, Alycia sin pensárselo dos veces cogió tres unidades por si acaso.

A los quince minutos,  antes de echar al carro dos cajas de pizzas se dió cuenta de todo lo que había cogido o lo que Lexa le incitó que cogiera, se podría decir que había de todo menos comida sana.

-Lex ¿Sabes que sé que tú madre no te deja comer todo esto verdad?-Levantó una ceja divertida.

-Si que me deja.

-Ella me va a matar.

-No tiene que enterarse.-Sonrió de manera angelical hacia Alycia haciendo que esta atrapara su labio inferior entre sus dientes para contener otra sonrisa.

-Me cortará las manos.

-No, no lo hará. Mami es buena contigo.

-¿Cogemos algo de frutas?-Preguntó para no sentirse tan mal por la elección de alimentos que estaba haciendo.

QUÉDATE CONMIGO 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora