QUÉDATE CONMIGO 2.

RAVEN

-¿Y bien?

-Estás…

-Preciosa, estás preciosa y creo que voy a llorar.

-Waw tita, pareces una princesa.

Se rió al borde de las lágrimas, ahora solo faltaba un comentario fuera de lugar para romper el momento emocionante, un comentario que no iba a llegar porque ella no estaba ahí.

Octavia miró su reflejo, ese vestido estaba hecho para ella y su día de ensueño cada vez más cerca y por alguna razón, había algo en su ecuación que no encuadrada.

-Oh mira O, es un mensaje de Raven; " Lexa le habrá dicho a Octavia que debe de estar como una princesa, y yo digo que como la princesa Fiona, seguro." 

-Faltaba Raven, como no.-Dijo Alycia y Octavia lejos de molestarse, sonrió deseando por un segundo que la latina estuviera allí, que la mirara con el destello que tanto estragos hacía en su interior. 

Cuando Ricky le pidió matrimonio, se encontraba contra la espada y la pared, no podía pedirle tiempo para darle una respuesta teniendo a sus padres y medio restaurante esperando a un "Sí" disfrazado de "No estoy segura, necesito pensarlo"  No tuvo muchas opciones y después de hacer el amor esa noche, se echó a llorar en silencio. 

Ricky era un buen chico; divertido, hablador, detallista, romántico, comprensivo y buen amigo. Le gustaba y le quería mucho, es su novio desde la adolescencia, hicieron muchas locuras juntos y le encantaba tenerlo al lado. Hubo incluso un momento en el que deseó ser mamá cuando su amiga Clarke había dado a luz, sus ganas de tener a un ser creciendo dentro de ella la emocionó tanto, que cuando fue a proponérselo a Ricky, supo que él sería un padre maravilloso, pero se quedó callada, no le dijo nada y evitó el tema con un " Acabo de conseguir el trabajo de mis sueños ¿podemos esperar un poco más?" Cuando él se lo propuso al tener a Lexa recién nacida entre sus brazos. 

En esa etapa de desconcierto, de no saber el porqué de su inseguridad, cayó. 

Y Raven fue su antidepresivo.

Le dijo que no, cuando compartieron un maratón Harry Potter y en medio del tonteo inocente que tenían, Raven la miro y le susurró un "Voy a besarte" pero ese "No" salió en forma de susurro y cuando sintió sus labios sobre los suyos, puso sus manos en su pecho para empujarla, para separarla de ella y efectivamente lo hizo, la empujó de forma suave dejando que su propio cuerpo cayera sobre ella. 

El beso a su parecer, era increíble. 

Suave, lento y delicado, le gustaba que la besara de esa forma tan cuidadosa, su cuerpo reaccionaba a sus toques, le volvía loca y no había peros en ese momento porque su corazón le había gritado un conciso " A la mierda todo, hazlo." Se quitó la camisa, se iba a exponer a Raven porque lo deseaba y cuando la volvió a besar con pasión desbocada, la latina carcajeo con fuerza y eso la bajo a la tierra, la razón hizo estragos al corazón, se sentó en el sofá pensando en lo que acababa de ocurrir, en que Raven estaba ahora riéndose a lágrima por haber conseguido lo que en tantas ocasiones le había negado. 

-No no no nena, no es lo que piensas, es que…-Su risa descontrolada le empezaba a desquiciar.-¿Por qué arañas? ¿por qué no podemos perseguir  mariposas?- Imitó a Ron y se echó a reírse nuevamente, y es que son estas cosas que le atraían tanto, esta risa Ricky jamás la habría sacado en un momento de calentura, pero Raven sí. Ella le siguió sin poder evitarlo y se volvió a tumbar encima de su cuerpo y esa noche, supo el porqué todos los ligues de la latina volvían a buscarla, era una amante excelente que sabía dónde tocar, cómo y con cuánta presión ejercer por no añadir, que el movimiento de pelvis lo dominaba con maestría.