Capitulo 23

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Todo el día inconscientemente he estado tocándome los labios sin cesar, y cada vez que lo hago, los recuerdos aparecen acompañados con una gran sonrisa.

Nunca pensé que esto pudiera pasar, pero agradezco que se haya hecho realidad, es de las pocas cosas con las que he soñado que se hacen realidad.

Espero en el estacionamiento a mis amigas, para poder ir a casa.

Ya llevo bastante tiempo esperándolas y ya han tardando demasiado en llegar, por lo que les envío un mensaje.

¿Chicas dónde están?

Aprieto el botón de enviar.

Estoy por guardar mi celular, cuando este vibra indicado que tengo un nuevo mensaje. Abro el mensaje esperando que sea de alguna ​de mis amigas, pero me sorprende ver que se trata de Peeta.

Gracias por el beso de hace rato, te quiero.

Sonrío ampliamente al leer el mensaje.

Alzo la mirada y veo a Peeta caminando de la mano con Eli, ellos están rodeados de algunos de sus amigos y de las amigas de Eli. Me doy cuenta de que Peeta me está mirando, él discretamente lanza un beso en mi dirección.

Inevitablemente, sonrío con emoción ante su gesto.

Ahora pienso que se está ganando de nuevo mi corazón, no pensé que él fuera capaz de hacer cosas tan tiernas por mí.

Veo que Marvel le hace una pregunta, lo que lo hace que Peeta voltee a verlo. Desvío la mirada rápidamente de ellos para no causar sospechas.

Paseo la mirada por el lugar, buscando a alguna de mis amigas.

De repente, distingo el inconfundible cabello rojizo de Annie.

Suelto un suspiro de alivio al ver que ellas finalmente ya vienen.

Cuando avanzan más, puedo ver que no están solas, Gale viene abrazando a Johanna por la cintura. Al verlos, entiendo que eso sólo significa una cosa, tendré que regresar sola a casa.

Veo a Finnick despegarse del grupo donde esta Peeta y se dirige a Annie. Él le da un corto beso en los labios en los labios y luego saluda a Johanna y a Madge.

Todos ellos se detienen un momento y comienzan a platicar animadamente.

No creo que sea necesario preguntarle a ellas si pueden llevarme a casa.

Me coloco bien la mochila en los hombros y me alejo de ahí, sintiéndome completamente decepcionada.

Percibo que ahora ellas ya no pertenecen a estar conmigo, ya están mejor con otras personas.

Ellas ya pertenecen al mismo grupo que Finnick, Eli y todos esos chicos populares. Ellas ahora pertenecen con esas personas con las cuales yo podría difícilmente congeniar.

Debí esperar esto al saber que Johanna y Annie comenzaban a salir con Finnick y Gale.

Suelto un suspiro y me alejo del estacionamiento.

Camino despacio hasta la calle.

En realidad no tengo prisa, por lo que avanzo con tranquilidad.

Llego a la acera y continúo mi camino.

No llevo la mitad de la calle, cuando escucho que alguien me llama.

Me detengo y volteo con confusión, me sorprendo cundo veo que Adam se apresura a llegar a mí.

-Adam, hola. ¿Pasa algo? -pregunto, al verlo caminar rápidamente en mi dirección.

-Oh no -él me sonríe-. Sólo me preguntaba si puedo acompañarte.

¿Destino o coincidencia?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora