Peeta me mira expectante, esperando una respuesta de mi parte.
Me zafo de su agarre.
-Enserio -dice, intentando convencerme.
Guardo silencio y lo miro con detenimiento, me doy cuenta de que sus ojos demuestran preocupación.
Acomodo mi cabello detrás de mi oreja.
-Mira, tú te has... -se pasa una mano por su cabello, evidentemente nervioso-. No soy muy bueno con estas cosas, pero tú te has convertido en alguien muy importante para mí... y...
Me quedo quieta, mirándolo mientras trata de expresarse.
-¿Y? -pregunto, pero ni siquiera me escucho por el ruido de los otros alumnos.
Él suelta un suspiro, evidentemente desesperado.
-Sabes, creo que es mejor que vayamos a un lugar más silencioso porque... -el ruido de personas hablando me impide escuchar lo que me dice.
-¿Qué? -pregunto.
Él rueda los ojos y me toma suavemente de la muñeca mientras nos dirige a algún lugar. Veo a nuestro alrededor con miedo a que alguien nos vea juntos. Sin embargo, todos parecen estar concentrados en su propia vida, lo cual me causa alivio.
Pasamos a través de los alumnos, mientras caminamos me doy cuenta de la cantidad de alumnos disminuye notablemente.
Nos detenemos enfrente de una puerta de madera.
Él la abre y me hace una seña para que entre.
Lo miro con desconfianza.
-No pienso entrar ahí -declaro.
-Vamos, no voy a hacerte daño -él pone una mano en mi espalda y me incita a entrar.
Con desconfianza, entro al pequeño cuarto que está completamente oscuro.
Tanteo el lugar, cuidando no golpearme con algo.
Escucho la puerta cerrarse, por lo que volteo.
-¿Peeta? ¿Dónde...? -doy un pequeño paso al frente, pero me detengo cuando mis manos chocan contra algo duro.
Recorro lentamente esa superficie y logro sentir un golpeteo rítmico, mis manos se detienen ahí.
-Ya me encontraste -siento su voz vibrar bajo mis manos.
Rápidamente retiró mis manos e inevitablemente siento mis mejillas arder.
Gracias al cielo que estamos a oscuras, así él no puede ver que me he sonrojado.
-Si, lo siento -respondo nerviosa.
-No tienes porque disculparte.
Escucho cómo él remueve algunas cosas, como si tratara de encontrar algo.
-¿Qué buscas? -le pregunto con curiosidad.
-El interruptor, esta por aquí.
Acerco mis manos a la pared y también intento encontrarlo para poder encender la luz.
-Creo que ya lo encontré -dice y se escucha que enciende el interruptor.
La luz inmediatamente inunda el cuarto.
Parpadeo un par de veces e intento acostumbrarme a la luz. Observo el lugar y me doy cuenta de que estamos en el armario donde los entrenadores de deportes guardan los balones y otros materiales que utilizan para sus clases.
-¿Qué hacemos aquí? -volteo para verlo.
Él suspira con pesar.
-Para empezar, esta es la única manera en que puedo hacer que me escuches. También te traje aquí para ofrecerte una disculpa.
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¿Destino o coincidencia?
FanficVersión [Everllark] [Los Juegos del Hambre] Algunos dicen que si miras a los ojos a alguien por más de 3 segundos, puede que te enamores de esa persona. Katniss Everdeen, una chica que es invisible para muchas personas, nunca espero encontrarse y m...