Capitulo 45

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Aveces mientras dejo fluir mis pensamientos, no puedo evitar recordar que el final está cerca. Me entra angustia y tristeza al darme cuenta que es poco tiempo el que me queda junto a las personas que quiero.

Comienzo a pensar que tal vez fue un error querer irme a Teryen y no quedarme en Alpert. Tal vez sea tarde, pero me he dado cuenta de que no quiero perder a mis amigas, ni a Adam, ni a... Peeta.

He escuchado de relaciones a distancia que funcionan, pero no creo que este sea el caso, tal vez sigamos siendo amigas, pero ya no cómo lo solíamos ser.

Hablando de Peeta, últimamente nuestra "relación" se ha tornado un poco confusa para mí, porque él ha estado buscándome para que platiquemos y en realidad no se lo he negado, pero siempre hay alguna chica que lo interrumpe mientras él está conmigo. No siempre les hace caso, pero me molesta demasiado que ocurra eso.

Llegué a creer que en algún punto podríamos ser considerados nuevamente como amigos. Sin embargo, no fue hasta el día en que vi a Peeta platicando animadamente con Heather, que volví a revivir aquellos dolorosos sentimientos, y en ese momento supe que aún me falta mucho por sanar.

Me dí cuenta de que no me hace ningún bien que estemos platicando tan seguido. En especial, teniendo en cuenta que aún sigo enamorada de él y que me duele verlo besando a otras chicas.

En realidad, no vale la pena seguir sufriendo por aquello.

Durante estos días, no he parado de escuchar a todos los de último año hablar sobre nuestra graduación. Incluso hay volantes pegados por las paredes anunciando el gran día.

Por lo que he escuchado, el evento se realizará en un salón social demasiado elegante.

Este año, la preparatoria sí que se esforzó por organizar el evento.

En casi todas mis clases, escucho a cada rato cómo las chicas comentan con quién les gustaría ir y el posible vestido que van a llevar. He escuchado a algunas de ellas decir que planean invitar a Peeta, de he hecho una de esas chicas es Heather.

Hasta ahora, mi único plan es ir y disfrutar la fiesta con mis amigas. No me gustaría pasar la mayor parte de la fiesta con alguien más, pero seguramente Adam va a querer invitarme.

Hablando de él, siento cómo alguien me abraza por la cintura desde atrás y deja un beso en mi cuello.

—Hola —murmura y continúa su besando desde mi cuello hasta mi mejilla.

Tratando de no verme demasiado brusca, me zafo de su agarre, provocando que aleje sus labios de mi piel.

Me siento incómoda cuando él hace este tipo de cosas en público.

—¿Qué pasa? —le pregunto.

—Nada, ¿acaso debe de pasar algo para que te salude? —pregunta divertido, se acerca de nuevo a mí y toma mis manos—. Ahorita tenemos clase con Plutarch y seguramente vamos a ver lo de los proyectos que nos dejó, así que es como clase libre, por lo que quería proponerte si... te gustaría que fuéramos a algún lugar más privado.

—¿Para qué? —pregunto extrañada.

Él se acerca más a mí, incluso siento que su respiración choca con mi rostro.

—Bueno, como ya llevamos un tiempo saliendo, creo que sería bueno que tuviéramos la oportunidad de experimentar algo nuevo en nuestra relación, ya sabes...

De reojo, veo que Peeta pasa cerca de nosotros. Aprovecho esa oportunidad para poder escapar de ésta incómoda situación.

Sin pensarlo dos veces, tomo a Peeta del brazo, provocando que él se detenga y que voltee a vernos.

¿Destino o coincidencia?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora