El sonido de mi celular vibrando es lo que me despierta.
Entreabro los ojos, giro sobre mi cama y lo tomo estando completamente somnolienta.
Checo de quién se trata, me sorprendo al ver que se trata de Peeta.
Me siento sobre mi cama y leo su mensaje.
¿Estás despierta?
Frunzo el ceño confundida.
Ahora sí ¿Ocurre algo?
Él tarda un rato en escribir la respuesta.
Asómate a la ventana.
Completamente confundida, me levanto de mi cama y hago lo que dice.
Busco con la mirada algo, no encuentro nada. Sólo veo la pared color crema de la casa de a lado.
Ya lo hice, pero no hay nada ¿Qué se supone que deba ver?
¿No hay nada?
No.
Entonces creo que me equivoqué, juraría que tu habitación era la que da a la calle.
No, mi ventana sólo tiene vista a la casa de a lado, pero espera ¿Porqué hablamos sobre mí habitación?
Porque estoy afuera de tu casa.
Aquel mensaje provoca que el sueño desaparezca por completo de mi cuerpo.
¿Tú qué?
Baja y lo verás por tí misma 😉
Bloqueo mi celular y me vuelvo a sentar en la cama, preguntándome si debería bajar. Esa no es una muy buena idea, porque toda mi familia duerme y sería arriesgado salir.
Sin embargo, si soy cuidadosa, puede que ellos no me escuchen salir.
Espero sea así.
Medito la idea de cambiarme de ropa, la cual rechazo inmediatamente porque eso implicaría hacer más ruido del necesario.
Me dirijo al tocador donde distingo mi reflejo gracias a la luz de la luna y a las luces de la calle. Mientras me miro en el espejo, desenredo mi cabello y me pongo brillo para labios.
Regreso a mi cama y tomo mis pantuflas de conejo para evitar hacer ruido al caminar.
Vuelvo a tomar mi celular y le escribo a Peeta para que no piense que lo voy a dejar plantado.
Bajo en un momento.
Te espero.
Dejo mi celular sobre la mesita de noche y me dispongo a salir de mi habitación. Abro con cuidado la puerta, la cual emite un débil chirrido pero por fortuna logro abrirla por completo sin hacer tanto ruido.
Volteo a ambos lados para asegurarme de que no hay nadie en el pasillo. Lo cruzo con cuidado y llego a las escaleras.
Bajo tratando de no hacer ruido, gracias a mis pantuflas logro bajar silenciosamente.
Llego a la planta baja de la casa y me dirijo a la puerta trasera. Tenía pensado salir por la puerta principal, pero es más arriesgado salir por ahí por la gran cantidad de seguros que tiene, sin duda haría demasiado ruido al abrir.
Tomo las llaves, las cuales tintinean demasiado cuando las agarro. Me regaño mentalmente y me asusto un poco al pensar en la posibilidad de que mi familia haya podido escucharme.
Empiezo a ponerme nerviosa y las manos comienzan a sudarme. Inserto la llave y la giro poco a poco, procurando no hacer ruido.
Cuando logro quitar el seguro en silencio, abro la puerta y salgo.
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¿Destino o coincidencia?
FanfictionVersión [Everllark] [Los Juegos del Hambre] Algunos dicen que si miras a los ojos a alguien por más de 3 segundos, puede que te enamores de esa persona. Katniss Everdeen, una chica que es invisible para muchas personas, nunca espero encontrarse y m...