love under rain ･ frerard

Capítulo 43: Inesperado

 

No sabía en qué momento había sido expulsado del automóvil, pero ahora estaba parado en la acera junto a Zacky, quien se despedía de Quinn. Ambos ajenos al gesto de espanto y el rostro pálido del castaño.

— Volveré a las 11, cuídalo o… creo que ya sabes lo que le pasó al último idiota que le hizo daño a Frank —amenazó Quinn. Zacky tragó saliva.

— ¿Lo golpeaste?

— Y muy fuerte —asintió vigorosamente, alzando ambas cejas mientras se mordía los labios.

— Auch… —Quinn sonrió al ver su rostro y luego, haciendo un gesto con la mano se marchó.

Zacky se giró nuevamente para observar el enorme y lujoso restaurante, sin duda eso le saldría más de 100 dólares. Pero valía completamente la pena. Miró a Frank de reojo, le temblaban las rodillas. Frank probó inspirar por la nariz y botar por la boca para eliminar en algún grado la ansiedad. Pero no surtía efecto. Apretó aún más su agarre en torno al brazo de Zacky, cerrando los ojos fuertemente.

Se maldecía interiormente… de todos los restaurantes de la ciudad ¿Por qué Zacky tenía que haber escogido justo ese? Justo el que tenía más recuerdos… más experiencias, más momentos de mierda…

Recordó la última vez que estuvo ahí; llovía.

Recordó el rostro de Gerard cuando le contó que serían padres… y recordó lo bien que se sentía no saber nada de nada. Meses atrás no tenía idea de que toda su maravillosa historia de amor era una mentira elaborada por un experto en seducción.

Pero ahora las cosas eran diferentes, estaba con Zacky. Quería estar con Zacky. Y dentro de unas semanas serían padres, Zacky sería legamente el padre de sus bebés y no había nada que pudiera hacerlo más feliz ¿No es así?

Estaba bien. Todo estaba bien. No tenía por qué temerle al pasado. No era como si Gerard fuese a estar ahí, justo ese día y a esa hora. Era imposible. Las probabilidades eran de una en un millón.

— ¿Estás bien? —preguntó Zacky tratando de eliminar todo rastro de dolor en su voz, aunque sentía las uñas de Frank clavadas contra su piel.

Frank asintió levemente, disminuyendo la fuerza del agarre. Aun sentía sus piernas temblar y los latidos rápidos, pero intentaría pasarlo por alto.

— ¿Seguro? Si quieres podem…

— Qué estoy bien —gruñó soltando completamente el agarre y comenzando a caminar hacia el lugar que conocía bien.

Zacky corrió detrás de él y habló con la recepcionista, dándole su nombre y diciendo que tenían una reservación para aquel día a esa hora. La mujer revisó una lista y luego sonrió, le hizo un gesto a un hombre vestido de traje, quien los guío a una mesa pequeña cerca del pequeño escenario, vacío aquel día.

Frank suspiró y se sentó, comenzando a juguetear con los dobles de su camisa, intentando no recorrer el lugar con la mirada. Tenía miedo de verlo y no saber qué hacer.  Tenía miedo de verlo y llorar… o de correr a besarlo. Sus hormonas estaban tan revolucionadas que difícilmente podría controlarse. Tenía miedo de verlo y ser rechazado… pensó en lo que Gerard le había dicho… Gerard quería que se deshiciera de sus bebés ¿Y si ahora le hacía daño? Pero eso no pasaría, estaba seguro que Zacky no dejaría que nada malo le pasara. Nada en lo absoluto.

— Bonito lugar ¿No crees? —Zacky seguía sin notar la mirada ausente de Frank. Pero realmente estaba sorprendido por la decoración del lugar, jamás había entrado a un restaurante tan lujoso.

— Sí —suspiró Frank, pidiéndole un vaso de agua a uno de los meseros.

— Frank yo… —comenzó juntando difícilmente algo de valor para dejar ir sus sentimientos, pero fue interrumpido.