love under rain ･ frerard

Capítulo 4: De ensueño

En los días siguientes no había parado de pensar en ese hombre. Aquel de ojos verdes y sonrisa torcida que se apoderaba de sus propias sonrisas, el mismo que le había enviado flores, con la promesa de volver a verse. Últimamente se sentía flotando y entraba en una especie de trance cada vez que sus pensamientos tomaban el rumbo en torno a él. Su mente se aceleraba y terminaba imaginando cualquier clase de cosa que el galante hombre maduro pudiese hacer para ganarse su corazón.

 “Gerard” era el nombre que últimamente había aparecido innumerables veces en las hojas de sus cuadernos, casi siempre seguidas por un “+ Frank” o simplemente rodeada de corazones. Bob, su mejor amigo también había notado este comportamiento y hoy como muchas otras veces se encontraba interrogándole sobre él.

— ¿Y Zacky? —había lanzado como una daga justo en el centro de su pecho.

Y es que la verdad el nombre “Zacky” había pasado a un segundo plano desde que había conocido a Gerard, ahora era una especie de cordial amistad que sentía hacia quien antes le había hecho pensar si de verdad le gustaban las chicas o directamente; los chicos.

Además, desde la desastrosa cena el sábado pasado no lo había visto ni una sola vez. Tampoco había preguntado por él, pero él no verlo presente terminaba por amainar los sentimientos que creía sentir por él, haciéndolo parecer un ente ausente. No como Gerard.

— No lo he visto —respondió con una sonrisa casual. La  verdad era que realmente no le importaba verlo.

— ¿Ya no es tu novio? —dijo entre dientes, atravesándolo con esos profundos ojos azules.

— Nunca lo fue, Bob —contestó Frank con un deje de molestia en la voz. Haciéndole un gesto de la mano a la camarera, quien inmediatamente fue a tomar el pedido de ambos chicos.

— ¿Por qué no te gustan las chicas? —Bob no despegó la vista del trasero de la camarera hasta que esta se perdió tras la barra.

— ¿Por qué no estudias algo para el examen de Literatura? —preguntó de vuelta, zanjando el tema y no volvieron a hablar hasta que la chica volvió con sus pedidos.

— En serio Frank ¿No te gustan? —los ojos de Frank se abrieron enormemente y su ceño terminó frunciéndose— Sólo lo decía porque… tienes un increíble agarre con las chicas —musitó despacio, notando la mirada de la camarera sobre su amigo.

— Como digas, Bob —suspiró sacando un cigarrillo de su mochila, su amigo se le quedó mirando ¿Desde cuándo fumaba? Y la verdad es que ni el mismo sabía, pero desde que lo había visto fumar esos Marlboro no había podido parar de hacerlo. De algún modo se sentía más cerca de él al dejar entrar ese aire contaminado a sus jóvenes pulmones, dándose su tiempo para expulsarlo y mirando con soberbia a su amigo.

— La literatura Francesa es mi favorita ¿Sabías? —Frank se soltó la corbata y terminó de exhalar el humo, su amigo se le quedó mirando y suspiró— Te transmite tantos sentimientos, es como… mágico, me encanta leer novelas francesas. —agregó tomando un sorbo de café.

— ¿Desde cuándo tomaste este nuevo aire de artista? —río Bob, terminando de tomarse el contenido de su taza.

— No es un nuevo aire, es sacar lo que siempre he llevado guardado, quiero crecer Bob, quiero hacerme interesante —le guiñó un ojo levantándose y dejando dos dólares en la mesa para luego salir del lugar siendo seguido por su amigo.

— ¡Adiós! —le hizo un gesto con la mano a la camarera y luego cerró la puerta a sus espaldas— Pero… ¿Con qué intención? —ladeo la cabeza, intentando inquirir más en el comportamiento de su mejor amigo.