Capítulo 17: En la oficina del director

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Frank sabía que la curiosidad de su amigo no se detenía sólo en los cigarrillos, él quería ir más allá pero no permitiría que le sacara más palabras. Últimamente las paredes tenían oídos y quizá también los árboles, ya que en el colegio el tema de Frank y su “novio” adulto causaba muchos comentarios y controversia entre los estudiantes y los maestros.

— ¿Quién sabe cuándo se trata de ti? —continuó Bob riendo entre dientes.

— Fue en Londres, no puedes comprarlos aquí —le espetó Frank luego de un rato.

— No me digas que fuiste hasta allá a comprarlos —Bob dejó que se le cayera la mandíbula, ahogándose con el humo en el camino.

— ¡No! —río Frank ahogándose con el humo también.

— Oh cállate enano estirado —Bob el palmeó la espalda, aun tosiendo. El de ojos avellana lo miró por un largo rato y luego paseo su vista por el grupo de chicos que seguía corriendo en torno al patio.

— Pero te traeré algunos si quieres —musitó con una sonrisa triunfal.

— ¿Bromeas? —los ojos de su amigo no podrían estar más abiertos.

— No.

— ¿Te llevará a Londres?

— Así es.

— ¿Este semestre?

— Podría ser.

— Espera ¿No es tu cumpleaños el próximo jueves? —Bob volteó a verle con la boca entreabierta.

— ¿Qué sucede con eso? —Frank frunció el ceño sin comprender.

— Amigo, no me gustaría ser tú… —Bob le palmeó un hombro y Frank quedó aún más confundido— Todas esas cenas que tuviste a expensas de él, las salidas, los fines de semana fuera… No podrás sentarte en semanas. —bromeó Bob, Frank bufó divertido.

— Eres tan cavernícola respecto al sexo, Bob —el avellana exhaló una gran cantidad de humo y sonrió. Bob lanzó lo que quedaba de su cigarrillo al suelo y luego lo pisoteo. Frank hizo lo mismo, tomando luego la bolita de menta que su amigo le extendía.

— ¿Tus padres te dejarán salir del país siquiera? —le preguntó ahora algo escéptico. Conocía a los señores Iero desde hace mucho y si tenía certeza de algo, era de lo sobreprotectores que eran ambos con su único hijo.

— Gerard no les ha dicho aún —contestó Frank mordiéndose los labios, Bob hizo una mueca— Pero se le ocurrirá alguna historia pronto, es lo que suele hacer —agregó con tono confiado.

— Sí, lo he notado —dijo éste, tomándole del hombro para volverse a unir al grupo de chicos que corrían.

En algún momento, el rumor de que Frank Iero, uno de los alumnos de último año iría a Inglaterra, Europa se había filtrado dramáticamente. Y ahora todo el colegio sabía de ello. Algo molesto, teniendo en cuenta que era un colegio sólo de chicos y siempre se ha dicho que son las chicas las chismosas. Pero ahí estaban, unos cuatro o cinco muchachos haciendo fila para pedirle a Frank que les trajera cosas del viejo continente.

— Quiero un vinilo de Sex Pistols, mejor los que encuentres —ahora Bob hacía sus pedidos— Un labial Chanel para una chica que… después te cuento —murmuró mirando el grupo de chicos reunidos a su lado— Un paquete de esos cigarrillos raros tuyos y…

Un muchacho de primer año se había parado junto a la puerta y los miraba nervioso, se veía bastante pequeño para ir en una secundaria y sus regordetas mejillas temblaban mientras que hablaba.

love under rain ・ frerardWhere stories live. Discover now