Capitulo 9 *Celos*

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Rin y Aome entraron a una cafetería, ahí esperarían que llegara Myoga y el guardaespaldas de la castaña. Pidieron un par de malteadas y unas vez que les llevaron su orden guardaron silencio. Rin suspiró.

—¿Cómo te sientes? —pregunto.

Aome la miro y esbozo media sonrisa.

—Bien... Bueno mal —confesó, a Rin no podía mentirle—. Creí que le gustaba a Inuyasha... —comenzó a contarle todo lo que paso y lo extraño que se había comportado Inuyasha las últimas semanas.

Rin escuchaba atenta, estaba sorprendida ya que no tenía idea de que ella e Inuyasha habían peleado y que la había invitado a comer para hacer las paces. Lo cual resultó mal porque Aome se dio cuenta de que Inuyasha no correspondía a sus sentimientos.

—Perdón... —susurró Rin, cuando Aome dejo de hablar—. He estado tan ocupada pensando en mis cosas que no sabía lo que te pasaba.

—Descuida, yo no quise decirte nada, ya suficiente tienes con ese prometido.

—Un prometido que no le tengo confianza —confesó, aunque Aome ya lo sospechaba.

—¿Cómo van las cosas con Sesshomaru? —no quería hablar de ella, Inuyasha o del promedio de Rin.

—Bien... —trato de no sonar nerviosa para que Aome no se diera cuenta. 

—Mas que bien, diría yo —dijo Aome con una sonrisa picara—. ¿Acaso ya son novios? —la miro con curiosidad. Rin desvió la mirada, mientras bebía de su malteada.

—¿Hablaras con Inuyasha? —intento cambiar el tema.

—No me cambies el tema —reprocho Aome—. Además de nada te servirá negarlo —se cruzo de brazos y se recargo en su asiento—. Los vi llegar tomados de la mano. 

Rin volteo a verla, sus mejillas estaban sonrojadas. No pensó que fuera a darse cuenta ya que estaba llorando cuando la vieron en la cafetería.

—Sí somos novios —confesó bajando la mirada.

—¡Lo sabía! —grito emocionada—. ¿Por qué te poner así? Deberías de estar feliz.

—Lo estoy, es sólo que... no sé como lo tome mi abuela.

Aome dejo de sonreír y apretó los labios para evitar decir lo que estaba pensado de Kaede. Podía jurar que la mayor se opondría a esa relación ya que Sesshomaru no contaba con una buena posición social como la de Rin.

—Sólo espera un poco —le susurró tomando su mano—. Deja que tu relación con Sesshomaru avance un poco más y si funcionan las cosas, hablas con tu abuela. De seguro entenderá —le sonrió.

—¿Qué hay de Kohaku?

—¿Te gusta? —Rin negó de inmediato—. Entonces no tienes porque preocuparte por él, ustedes no tienen nada así que simplemente rompe con ese compromiso —Rin asintió—. Ahora... Cuéntame todo —la miro con suplica.

—¿Todo?

—Sí, ¿cómo se te declaro?

Rin sonrió ante la insistencia de su amiga y fue contándole todo lo que había pasado. Aome estaba emocionada escuchando atentamente todas y cada una de las palabras de su amiga. Podía imaginarse todo como su hubiese estado viéndolos, por suerte eso la había ayudado a olvidarse del mal momento que Inuyasha le hizo pasar. 

Una vez que terminaron sus malteadas, Myoga llego y llevaron primero a Aome a su casa y luego regresaron a la mansión. Rin no paraba de sonreír, estaba muy feliz. Se llevaba la mano a los labios y cerraba los ojos para recordar el beso del peliplata. Cuando llegaron a su casa, subió a su habitación para hacer sus tareas y después ducharse para bajar a cenar. 

Secret Love #RedQueenAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora