Capitulo 11 *Propuesta*

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Rin estaba nerviosa, podía sentir muchas miradas curiosas sobre su persona. Miraba a Sesshomaru para poder sentirse más tranquila. Miro a su derecha donde estaba Byakuya entregándole al juez un papel donde constaba que ella estaba bien psicológicamente para poder testificar en contra de Kaede, la cual estaba del lado izquierdo del juez.

Ya habían pasado Kikyo, Naraku y Kagura. Ahora le tocaba a ella, después Ayame y para finalizar Sesshomaru.

Las preguntas comenzaron por parte del juez. Rin trataba de mantener la calma y contestar lo más tranquila que podía. Todo parecía ir bien hasta que Kaede decidió intervenir, se le vía molesta, pues no podía creer que su nieta estuviera diciendo cosas en su contra.

—Todo lo que ella esta diciendo es mentira —dijo con seriedad.

—¿Por qué lo dice? —pregunto el juez volteando a verla—. Hay pruebas contundentes de que la señorita Harada esta diciendo la verdad.

—Rin no sabe lo que dice, ella sólo esta diciendo lo que su abogado le ha pedido que dijera —miro a su nieta—. Anda Rin, diles a todos que yo sólo quería tu bien y que intente alejar de ese chico que sólo quería tu dinero.

—Eso no es verdad —dijo Rin seria—. Quería que me casara con el joven Kohaku Bennett.

—Porque él viene de buena familia —dijo con simpleza.

—¿Puedo hacerle unas preguntas a la señorita Harada? —pregunto el abogado de Kaede.

—Adelante —respondió el juez.

El hombre que era el juez de Kaede —contratado por Kohaku—, se puso de pie y camino hacia el frente hasta estar cerca a Rin. Le sonrió con cierta malicia y ella sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Miro a Sesshomaru, para seguir manteniendo la calma.

—Señorita Harada, ¿hace cuanto volvió a Japón?

—Hace dos semanas —respondió tajante, ese hombre no le inspiraba confianza.

—¿Fue a ver a su abuela alguna vez?

—No.

—¿Por qué? ¿Acaso la odia? —ella frunció el ceño. Byakuya quiso interrumpir, pero el juez se lo impidió, también tenía esa duda.

—Responda, señorita —dijo Jaken.

Rin respiro hondamente y se removió en su asiento. Levanto la mirada lo más que pudo para encarar al abogado.

—No, no la odio. Si no fui a verla antes fue porque quería esperar a que el juicio terminara.

—Bien —gruño de mala gana el abogado de Kaede. Quería que ella dijera que si odiaba a su abuela, así podía dar como falso el testimonio, pero no resulto como pensaba. Por el momento—. ¿Qué relación tenía hace años con el joven Sesshomaru Taisho?

—Eso no tiene nada que ver ahora —alegó Byakuya.

—Claro que sí, ya que el joven Taisho fue el principal motivo de todo lo que hizo la señora Harada.

—¿Esta diciendo que el verdadero responsable de todo es Sesshomaru Taisho? —pregunto el juez con seriedad.

—En gran parte si. Ya que, como lo ha dicho mi defendida, sólo quería proteger a su nieta de un vividor.

—Cuide su lenguaje —dijo Jaken.

Sesshomaru miraba de manera asesina a ese abogado, apretaba los puños con fuerza. Si pudiera lo golpearía, pero de hacerlo, estaría demostrando que era verdad lo que él estaba diciendo, que era un vividor y eso no era verdad.

Secret Love #RedQueenAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora