Capitulo 11 *Mentiras*

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Inu-No estaba aún despierto, eran las tres y media de la mañana. No había podido dormir nada al saber que Sesshomaru no llegaría a dormir, era la primera vez que pasaba. Miro hacia su izquierda donde estaba la cama de Inuyasha y este dormía plácidamente. 

Inuyasha le dijo que Sesshomaru no iba a llegar a dormir, no le dio detalles. Simplemente le dijo eso y quedo dormido.

Sabía que tarde o temprano eso pasaría. Sus dos hijos harían sus vidas sin tomarlo mucho en cuenta. Lo merecía. Por no ser el padre que Sesshomaru necesito cuando era pequeño.

Se sentía culpable por no decirle nada de su madre, pues Inuyasha sabía que Izayoi estaba muerta y Sesshomaru a penas sabía el nombre de su madre. No quería decirle nada de ella ya que no lo veía necesario, pues Irasue nunca volvió.

Salió de la habitación para ir a la cocina y beber un poco de agua, estuvo ahí por una rato más hasta que se quedo dormido sobre la mesa, pero sólo fueron unos minutos. 

~O~O~O~

Eran las siete de la mañana cuando Sesshomaru se despertó, se quedo quieto al instante al escuchar a Rin suspirar. La observo fijamente, algunos cabellos estaban sobre su rostro. Los quito con cuidado y se acercó para darle un suave beso en la frente. Tenía que irse, pero estaba tan cómodo que no deseaba salir de la cama, la cual era mas grande que la suya. 

Rin se removió un poco y siguió durmiendo. Él cerró los ojos y se volvió a dormir un poco más. Después de todo era domingo y ese día no trabajaría. 

Eran las nueve de la mañana cuando Rin abrió los ojos, sonrió al ver que Sesshomaru seguía allí con ella. Él tenía los ojos cerrados, acercó su mano al bello rostro del peliplata. Acaricio su frente bajando por su mejilla hasta llegar a los labios. Él abrió los ojos y la observo fijamente, estaba sonrojada. Iba a quitar la mano pero él la detuvo.

—Perdón... no quería despertarte —susurró apenada.

—Llevo rato despierto —cinco minutos. Dio un suave beso en la mano de Rin y esta se sonrojo aún más como si eso fuera posible. 

—¿Cómo dormiste? —aparto la mirada de esos ojos ámbar.

—Bien —respondió con simpleza, aunque había sido demasiado bien—. ¿Y tú? —pregunto serio.

—Muy bien —admitió, recargando su cabeza de nuevo en el pecho de Sesshomaru. 

Había dormido con su padre y madre en una misma cama cuando era niña y tenía pesadillas, pero esta vez era diferente. Era una sensación que no podía explicar. pero le alegraba estar entre los brazos del peliplata. 

¿Acaso esa sensación que sentía era lo que su madre le contaba?

Algo llamado "Amor".

Tendría que hablar con su madre para que le diera consejos, ya que estaba segura que su abuela no hablaría de eso. Para Kaede esa palabra no encajaba en su vida y más si se trataba de compartir la vida con alguien.

—¿Todo bien? —pregunto al verla tan distraída.

—Sí —lo miro de nuevo a los ojos—. ¿Quieres desayunar algo?

—Estoy bien así —la tomó de la cintura para acercarla más, unió sus labios a los de ella en un beso tranquilo. Ella correspondió con una sonrisa, sus labios se movían al compás de los de él.

—Gracias por quedarte conmigo —susurró al dejar de besarse.

Sesshomaru sólo acaricio su mejilla y volvió a besarla abrazándola por la cintura, luego de un rato más de besos, ella le dijo que al día siguiente iría a comer con Kohaku, cosa que no le pareció al peliplata pero ella le aseguro que no dejaría que la tocara y que le dejaría en claro que entre ellos no habría nada. 

Secret Love #RedQueenAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora