Secret Love #RedQueenAwards

Capitulo 18 *Juramento*

Sesshomaru despertó a las tres de la mañana, miro a Rin quien estaba dormida entre sus brazos. Sonrió de lado y le dio un beso en la frente. La observo dormir por unos minutos, no sabía que podía pasar a partir de ese momento, pero no la dejaría. De eso estaba seguro. 

Con cuidado de no despertarla bajo de la cama para tomar sus cosas y salió sin ser visto. El guardaespaldas de Rin lo había ayudado a entrar.

Llego a su casa y durmió un rato más.

~O~O~O~

Rin despertó a su hora habitual, las siete de la mañana, parpadeo un par de veces al ver que Sesshomaru ya no estaba con ella. Entendía que se fuera antes, pues no podrían arriesgarse a que Kaede los viera.

Se levantó de la cama, quito el seguro de la puerta y fue al baño para ducharse.

Al salir resopló, seria un día complicado. Su abuela ya había dado ordenes específicas de que sólo debía ir a la escuela y después regresar sin ir a otro lado.

~O~O~O~

La semana paso rápido, en esos días Sesshomaru y Rin acordaron no verse durante esa semana, aunque Rin moría por verlo ya que casi por no hablaron teléfono, pues él no quería que ella tuviese problemas. 

Aome estaba con una sonrisa de oreja a oreja, cito a Rin en el jardín trasero de la escuela, la castaña ya estaba allí. Sólo faltaba que llegara Sesshomaru.

—Esta allá —dijo Aome, señalando el jardín. Ese día las clases terminaron temprano.

Sesshomaru paso de largo para ir al jardín, vio a Rin abrazándose a si misma, así que se acerco sin hacer ruido. La abrazo por la espalda, ella lo miro de reojo y sonrió.

—Sesshomaru —susurró y él le dio un beso en una mejilla.

—Te extrañe —le dijo al oído y ella giro para besarlo. 

—Yo también —dijo entre el beso. 

Pasaron un par de horas hablando, después ella se fue y él también. Rin estaba feliz por haber visto a Sesshomaru. Aome iba con ella, se veía nerviosa. 

—¿Podríamos parar en una farmacia? —pregunto Aome.

—Claro —respondió Rin frunciendo el ceño—. ¿Te sientes mal?

Aome se mordió el labio nerviosa, no sabía que como decirle sobre la sospecha que tenía desde hace un par de semanas.

—No —le sonrió para tranquilizarla—. Te lo contare en tu casa. ¿No se molestara tu abuela si voy?

—Ella dijo que no podía ir a tu casa, pero nunca dijo que tu no podías ir —le guiño el ojo.

Se detuvieron en una farmacia y Aome bajo. Al paso de unos minutos volvió al auto. El camino a la mansión fue en silencio y sin ninguna interrupción. 

~O~O~O~

—Ya les dije que tengo a  alguien buscándola —hablo Kaede mirando a los padres de Kagura.

—Lo sabemos —hablo Hitomiko—. ¿Deberíamos ir a la policía? Ya va una semana que no aparece y no responde el teléfono —sonaba afligida.

—Yo sé que lo están pasando mal —dijo Kaede—. Yo también lo estoy masando mal, es mi nieta y haré lo necesario para encontrarla —aseguro—. Pero no levanten demanda, no creo que puedan hacer mucho.

—¿Por qué? —pregunto Onigumo quien había estado en silencio. 

—Por que Kagura ya tiene veinte años y en algunas ciudades ya es mayor de edad.