Capitulo 10 *Nueva oportunidad*

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Kikyo estaba con los ojos abiertos, aún se sentía algo mareada, el médico le dijo que pasarían unas horas más antes de que comenzara a sentirse bien. El veneno esta siendo expulsado de su sistema y por fortuna no dejo secuelas graves, solo deshidratación y perdida de peso, pero nada que no pudiera curarse. 

La primera persona en entrar a verla fue Sota, sólo fueron unos diez minutos, pero fueron suficientes para que ella le agradeciera el haberle ayudado. Él le hizo saber que Matsu ya estaba detenida y no volvería a molestarla. Después una enferma entro para decirle que ya se había terminado su tiempo y que debía salir de allí. 

Pasaron cinco minutos más cuando la puerta se abrió de nuevo. Ella volteo y solamente miro con seriedad a la persona que acaba de entrar.

—¿Qué haces aquí, Naraku? —dijo con seriedad.

—Vine a ver como estabas —respondió con simpleza, mientras se acercaba a ella.

—Estoy bien... Ya puedes irte.

—¿Estás molesta?

—Sí —lo miro a los ojos—. Desconfiaste de mi y eso me molesta mucho, porque yo nunca he desconfiado de ti —sintió un nudo en la garganta al decir aquello y lentamente desvió la mirada.

—Cometí un error, lo acepto —intento tomarle la mano, pero ella no lo dejo—. Lo siento —susurró arrepentido.

—Un simple lo siento no arreglara nada.

—Lo sé —la tomó del mentón para obligarla a que lo viera a los ojos—. Perdóname, en verdad fui un idiota al desconfiar de ti —intento besarla y ella ladeó la cabeza.

—Debo pensarlo.

—Esta bien, entiendo —se alejó de ella. En el fondo sabía que ella no lo perdonaría tan fácil.

—Quiero descansar —dijo sin voltear a verlo.

—Estaré afuera por si necesitas algo.

Ella no dijo nada, ni volteo a verlo. Sólo escucho los pasos alejarse hasta que la puerta se cerró. Suspiró pesadamente, mientras una lágrima bajaba por su mejilla, lo quería y mucho. Pero le dolía que él no confiara en ella. Claro que lo quería perdonar y posiblemente lo haría, pero no ese día.

~O~O~O~

Rin sonrió levemente al ver las flores frente a ella. Con la mano que tenía libre tomó el ramo, sus dedos rozaron con los de Sesshomaru.

—G-gracias —balbuceó.

—No es nada —la miro a los ojos—. ¿Cómo te sientes?

—Bien —también lo miro a los ojos.

—¿Quieres acompañarme a cenar? —su voz sonaba melosa, ella sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.

—S-sí —la respuesta salió por si sola. Sesshomaru tenía algo que la hacía temblar por dentro cuando lo veía a los ojos—. Iré a poner las flores en agua y subiré por una chaqueta —hablo rápidamente y él se hizo a un lado para que ella pasara.

La vio alejarse lentamente, entro primero a la cocina y luego de unos segundos salió para subir a su habitación. Tomó asiento en el sofá para esperarla.

—Sesshomaru —hablo Jankotsu entrando a la mansión, Sesshomaru lo saludó con un movimiento de cabeza—. ¿Ya le avisaron a Rin qué estas aquí? 

—Sí —respondió tajante—. Iremos a cenar —aviso, aunque Rin ya era mayor de edad ya no quería hacer las cosas a escondidas. 

—Sólo no la traigas muy tarde por favor —pidió amable y el peliplata asintió.

Secret Love #RedQueenAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora