Capitulo 20 *Todo estara bien* Final de temporada

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Kaede llego a su casa, entro a la sala y sonrió de lado al ver que Aome y Naraku estaban allí. Se acercó a ellos y les sonrió de manera amable, dejando a ambos jóvenes sorprendidos.

—Que sorpresa verlos por aquí —dijo amable.

—Vinimos a ver a Rin por su cumpleaños —hablo Aome.

—Ya veo, ¿dónde esta?

—Fue al baño —respondió Naraku.

—Tomen asiento —hizo un ademán señalando el sofá, ellos asintieron y tomaron asiento—. Iré a la cocina para pedir un té, ¿gustan uno?

—Sí —dijeron en unísono, debían distraerla.

—Ya vengo —se dirigió a paso elegante a la cocina. 

Midoriko estaba en la parte de afuera esperando a que Rin saliera, pero se estaba demorando y no sabía por qué. Resopló, tendría que subir a para ver que pasaba, pero cuando estaba por entrar vio a Kaede en la cocina, así que tenía que esperar a que Kaede saliera. 

Rin entro a su habitación y frunció el ceño al ver la mochila que su madre le menciono en el suelo, de hecho muchas de sus cosas estaban en el suelo. Alguien había entrado y hecho ese desorden, como si fuera un ladrón. Se puso a levantar las cosas y por más que observaba con detalle al parecer no faltaba nada, cosa que le resultaba extraño.

Kaede volvió con Aome y Naraku, enseguida llego otra sirvienta quien les extendió su taza de té a cada uno, Aome tomó su taza, al oler el té hizo una mueca ya que olía algo mal.

—¿Pasa algo? —pregunto Kaede.

—No —le respondió Aome con una sonrisa, quizás el mal olor era por los síntomas del embarazo, pues el médico le dijo que tal vez sentiría malos olores en cosas que si servían. Así que dejo de darle tantas vueltas y dio un sorbo.

—¿Ha sabido algo de Kagura? —pregunto Naraku.

—No —dijo la mayor afligida—. La he buscado por todas partes y nada. ¿No los ha llamado? —él negó fingiendo tristeza—. Veras que pronto la encontraremos.

—Eso espero.

—¿Cómo están tus padres, Aome?

—Bien —dio otro sorbo, pues el té estaba delicioso, Kaede sonrió con malicia al ver que se estaba bebiendo el té.

—Me alegra escuchar eso —miro su reloj de la muñeca disimuladamente y después observo a Aome, en menos de dos minutos podría deshacerse de ese par. 

Midoriko llego a la habitación de Rin ser ser vista, abrió la puerta y vio a la castaña recogiendo las cosas del suelo, se le veía pensativa.

—Rin —la nombrada giro—. Hay que irnos —tomó la mochila y se acercó a ella.

—Alguien entro —dijo pensativa.

—Ayame lo hizo para alistar tu mochila —la tomó de la muñeca.

—No me refiero a eso... —en verdad estaba confundida y quería saber que era lo que entraron a buscar.

—No hay tiempo —comenzó a llevársela. Rin no hizo más que dejarse guiar por su madre.

—¿Me explicaras lo que esta pasando?

—Te lo diré cuando estemos arriba del avión —Rin no dijo nada, llegaron a la parte de abajo donde estaba el auto donde que ella usaba y otro de color azul—. Te iras en el azul —le aviso Midoriko.

—¿Por qué? 

—Rin —la tomó de los hombros y la vio con seriedad—. Tu abuela no es quien dice ser —suspiró—, eso es una larga historia, pero si vas en tu auto habitual te encontrara y de seguro te enviara a un internado.

Secret Love #RedQueenAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora