Esclavo Voluntario (SiChul) (Respaldada)

"Te explicare las cosas"

Capítulo 30

Despertó y pudo sentir una suave tela debajo de sus manos, ¿en que momento había llegado a la cama?

Despertó y pudo sentir una suave tela debajo de sus manos, ¿en qué momento había llegado a la cama?

Intento rememorar la noche anterior; las últimas imágenes de su mente consciente eran de él llorando levemente sobre el regazo de Siwon. No podía borrar de su mente las inmensas posibilidades de lo que seguiría, había tenido un miedo inmenso de decir toda la verdad y que después de ello, aquel hombre que le brindaba tanta seguridad, terminará dejándolo.

La posibilidad aún estaba en pie, sin embargo, saber que una noche antes lo había escuchado le ayudaba a pensar que las cosas podrían no ser tan malas.

Se levantó de la cama y fue hasta el baño para lavar su rostro.

Sus ojos se encontraban hinchados y un tanto rojos, en sus mejillas aún era perceptible un camino de lágrimas secas e incluso unas leves ojeras enmarcaban sus ojos. Se veía terrible.

Dejo los pensamientos de lado y cumplió su cometido, tomo una toalla y retiro los restos de agua, sabía que podía disimular todo con un poco de maquillaje, pero no era como que el maquillaje también ocultará la preocupación de su pecho.

Un pesado suspiro escapó de sus labios antes de salir a buscar el móvil nuevo.

Abrió su maleta y comenzó a inspeccionar entre la ropa hasta dar con el pequeño objeto, primero tenía que llamar a Jongin y agradecerle por el favor, después se comunicaría con la estación de policía y cobraría un par de favores.

Tecleo el número telefónico y espero a que los fastidiosos tonos terminarán.

– ¿Diga? –Respondió medio adormilado.

–Jong, soy yo.

–Hey, Heechul, esperaba tu llamada antes ¿todo en orden?

–Dentro de lo que cabe…

La puerta de la habitación fue abierta y una silueta demasiado familiar se mostró en el umbral.

Una sonrisa instantánea se dibujó en sus labios, ¿eso era en sueño?

No, era real. Demasiado real.

Siwon alzo levemente la pequeña mesa de cama que tenía en las manos, recibió un pequeño gesto de mano indicando que estaba al teléfono pero no tardaba. Ingresó a la habitación y dejo la comida en una mesa de noche, espero paciente escuchando a medias la conversación aunque no comprendiera mucho.

–Te debo una.

–Mi pago llego, así que no debes nada –concluyó–. Espero que no sea necesario que la uses, pero en dado caso que sí… Espero haberte enseñado bien.

–Espero lo mismo… De todas formas, gracias, hablaremos después ¿sí?

–Desde luego, y por cierto Heechul… Yo me encargo de las cosas aquí, tú disfruta tus vacaciones.

Colgó la llamada y giro su vista, su pecho creció, culpa de la emoción. Pero, ¿cómo no te emocionas al ver que esa persona quiere estar a tu lado incluso cuando ambas vidas están en riesgo?