No Huyas al amor...

Capitulo 12

Dejamos la taza sobre la mesa de centro al mismo tiempo. Él me mira por unos segundos y luego vuelve su vista a la televisión. Suspiro y me decido hablar.

—Jhon ¿podemos hablar? —susurro llamando su atención, el me mira confundido. —Solo quiero que conozcas esa parte de mi vida que me hace tener miedo y huirle a mis sentimientos, peor aun, tenerle miedo al amor. —acorta la distancia que nos separa, toma mis manos, con las que intento distraerme dándole vueltas y las besas, yo bajo la cabeza a la union de las mismas.

—Mirame. —Me pide, y al hacerlo me da una de esas miradas capaces de desnudarte el alma. —Sabes que esto no es necesario. —acaricia mi mejilla. —Yo te quiero de todos modos. —bromea y sé, que lo hace para que relaje. —Peliona, berrinchuda y enojada.

—Necesito hacerlo. —Mi voz es casi una suplica, suspira, apaga la television y centra toda su atención en mi. Lleno mis pulmones de aire y cuando exhalo hablo. —Hace siete para ser mas exactos, encontré al hombre que juro amarme y respetarme toda la vida con otra mujer, la misma que considere mi mejor amiga. —Solo recordar ese dia, hace que mi pecho se encoja pero ya no duele como antes, el se tensa y con su mirada me pide que continuar. —Estaban en mi casa, en mi bañera. Lo único que pude hacer fue pedirles que se fueran de mi casa. Ya no tenía, ni esposo, ni amiga. Pero todo se complicó cuando supe que Marie estaba embarazada y que le iba a dar a mi esposo lo que el tanto añoraba. Pero yo tambien estaba embarazada, solo que el no lo sabía, le iba a dar la sorpresa. —El agarre de Jhon en mi mano se hace mas fuerte, cuando empieza a sacar sus propias conclusiones.

—Emma no... —pongo una mano en sus labios, esto es algo que necesito hacer.

—Salí a toda prisa de la casa, tome mi auto y llame a mi madre para contarle lo que había pasado mientras conducia a su casa. No lo vi venir y otro auto se impacto contra el mio. Tres días después desperté en el hospital pero estaba vacía, mi bebe ya no estaba. —sollozo y el me envuelve en sus brazos, acaricia mi espalda y alterna besos en mi cabeza hasta que mis sollozos se calman  y puedo volver hablar. —Dawson me echo la culpa de todo, me llamo asesina y se volvió un acosador, estaba fuera de la casa de mis padres, del hospital, me llamaba a todas horas, me hostigaba y amenzaba, para que volviera con él, por eso decidi venir aqui.

—¿En busca de paz?¿ Y olvido? —pregunta, asiento y el limpia mis lágrimas.

—Por eso, desde un principio me negué, a darle riendas a lo que sentía por ti. —acaricio su mejilla. —Pero la tentación me gano y mirame donde estoy. —rio con ironia.

—Donde siempre debiste estar Em. —dice con cariño, se acerca y besa mis labios con ternura. —Donde siempre estarás.

—Hoy me toco atender una paciente, que también perdió a su bebe, te juro que sentía su dolor como mio, revivi mi pérdida y necesitaba estar sola. Desahogar mis penas. —Lo miro a los ojos y suspiro, —Tengo miedo Jhon, miedo a que todo se repita. Que te canses de mi. Que... —Su boca me calla y la saboreo encantada.

—Nunca lo haría Em. Eres muy importante para mi. —susurra en mis labios y vuelve a besarme, cuando el beso termina me mira y veo una sombra de tristeza en su mirada. —Yo también pase por una difícil situación y aunque sufrí mucho, eso me hizo ver la vida de una manera diferente. —veo dolor e impotencia en su mirada. —Yo al igual que tu no pude hacer nada para preservar la vida de mi hijo cuando su madre se deshizo de el. Si quiera sabia de su existencia. Una alergia a un medicamento me hizo enterarme que mi hijo había muerto.

—¿Marjorie? —digo sorprendída y el asiente con rabia y pesar.

—Por eso su insistencia en buscarme y estar cerca, cree que podrá convencerme de que le de otra oportunidad y eso es imposible. Su figura y sus amigos fueron mas importante que mi hijo. —acaricio su pelo y cuando me mira veo mucha tristeza en sus ojos, paso mi mano por su barba y lo beso con ternura.