En mis cinco años como especialista de emergencia, me he topado con muchos casos difíciles, que han puesto a prueba todo lo que aprendí en mis años de estudios y practicas, pero ninguno me ha tocado tanto como este.
Es realmente difícil como medico ver a una niña de tan solo diesiseis años en esta situación, tiene una grave intoxicación por alcohol, sus análisis arrojaron que consumió mariguana haciendo mas compleja su situación, pero lo que mas nos preocupa es que su cuerpo tiene signos de haber tenido relaciones sexuales, aunque no hay signos de violencia, no sabemos las circunstancias. Me preocupa pensar que haya sido coaccionada, drogada y violada por personas desaprensivas y sin escrúpulos.
Ahora la pregunta que me hago yo y que se hacen todos en esta sala.
¿Donde están sus padres? ¿Por que la dejan salir sola? ¿Saben que ella esta en esta condiciones? Y ¿Que hace casi una hora estuvo entre la vida y la muerte?.
Tuvimos que actuar rápido y hacer un lavado de estomago para que su cuerpo pudiera expulsar todo el alcohol que había consumido y poner una vía intravenosa para que no se deshidratada en el proceso. Ahora duerme ajena a todo lo que paso. Sera incomodo tratar este tema con ella pero necesario.
Como medico estoy obligada a saber como paso todo y si es necesario dar parte a la autoridades ya que esta jovencita es menor.
Mientras reviso sus signos vitales, la veo moverse en la cama y como parpadea varias veces para acostumbrarse a la luz. Mira a todos lados y al verme abre mucho los ojos.
—¿Como te sientes? —pregunto y me acerco a la cama.
—Mal. —su voz es ronca. —Tengo sed.
—Ahora mismo te consigo agua. —ella asiente y salgo al pasillo tomo un vaso y lo lleno en el dispensador. Vuelvo a la habitación y la encuentro sentada en la cama llorando, me acerco a ella acaricio sus hombros y su cuerpo se sacude por los sollozos. Se calma, levanta la vista, limpia sus lágrimas y toma el vaso que le ofrezco.
—Gracias. —susurra con pesar, yo solo asiento.
—¿Te acuerdas de lo que paso? —pregunto, ella asiente y vuelve a llorar.
—Estaba en una fiesta con mi novio, Jared. —empieza a relatar. —Luego llegaron unos niños del colegio algo mayores y empezaron a pasar bebidas "especiales", recuerdo que fume de un cigarrillo electrónico que alguien me paso, después de eso Jared me pidió que me fuera con él, llevaba una botella de Vodka empezamos a beber y reír y lo último que recuerdo es que tuvimos sexo.
—¿Entonces estas consciente de lo que paso? ¿Nadie te obligó? — ella niega y algo no me cuadra. —¿Entonces por que lloras?. —Me mira con miedo.
—Me escape de mi casa. Mi padre me negó el permiso y todos en el colegio iban a la fiesta y yo no quería ser la única que faltara. Cuando mi padre se entere me va moler a golpes.
—¿Y tu mama? —pregunto con curiosidad. —Ella puede interceder por ti. La mía siempre lo hacia. —su rostro se cubre de tristeza, suspira y veo como dos lágrimas ruedan por su mejilla. Acaricio su hombro y ella me mira.
—Murió hace ocho meses de cáncer. —Quizás no sea una justificación, pero muchas cosas ahora encajan. —Solo somos papá y yo, pero pareciera que el no sabe que existo.
—¿Crees que lo que hiciste estuvo bien? —ella niega y vuelve a llorar. —¿Que habría pasado si no llegas a tiempo al hospital? Tu padre conoce a Jared? —ella asiente. —¿Cuantos años tiene el?
—Dieciocho. —susurra con temor y eso no me convence. —Pero el es bueno ha sido la única persona que me ha dado su apoyo y cariño desde que mamá murió. Yo lo amo.
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No Huyas al amor...
RomanceHaber encontrado al que hasta ese momento había considerado el amor de su vida en su casa y en su cama con quien pensó era su mejor amiga hizo que su vida cambiara drásticamente sumándole a eso un espantoso divorcio y la perdida de un ser inocente p...