Pov Jhon
Esta a punto de amanecer, los rayos de sol que se filtran por la ventana me lo confirman. Hace mas de veinte minutos estoy despierto y me deleitó viendo dormir a la mujer de mi vida. Su pelo esta regado sobre la almohada, su respiración es pausada y su cuerpo emana esa calidez que tanto me gusta. Estoy frente a ella, me pongo de lado y sin intenciones de despertarla, la tomo por la cintura y la acerco a mi. Se remueve, pero hago mi agarre más fuerte para que no se alejé, dos días sin ella han sido mas que suficiente. Suspira profundo y logro mi cometido cuando ella se aferra mas a mi y descansa su cabeza en mi pecho. La beso y escondo un mechón de pelo detrás de su oreja.
Sonrió al recordar sus palabras hacia el ensayo de doctor, como le pidió que se alejara y que nos respetara. Eso es amor y su acción me dio una gran lección. Si de verdad quiero esto, debo poner lo nuestro por encima de todo y todos. Pero sobre todo confiar.
Emma es una mujer hermosa y pude percatarme que tiene muchos admiradores, unos mas reservados que otros, como su colega Riharsond, su manera de mirarla y tratarla me lo confirmó. A diferencia del ensayo de doctor, la respeta mantiene su distancia, pero como hombre sé, que no se detendría si descubre que pueden tener una oportunidad.
Emma es mia, solo mía.
Vuelve a removerse, pero esta vez abre los ojos despacio, me mira y sonríe. Beso su frente y luego la miro.
—Buenos días. —susurra.
—Buen día. ¿Como te sientes?. —pregunto y la pego mas a mi.
—Bien. —Una de sus piernas se cuela entre la mías. —¿Tu como estas? ¿Dormíste bien?
—Como nunca. —sonrio y sus ojos se fijan en mi boca. —Me alegra que estés bien. —aparta su mirada de mi boca y asiente. —Te necesito bien.
—¿Asi, para que? —pregunta con curiosidad y se restriega contra mi, haciendo que mi erección matutina sea mas prominente.
—Para muchas cosas, solo que te necesito al cien por ciento.
—Ya me entro la curiosidad. —roza su nariz con la mía. —¿No me puede adelantar algo?
—Por ahora no. —hace un tierno puchero, pero no me dejo convencer. Ella necesita reponer fuerzas y si la hago mía ahora, no podre parar. —¿Tienes hambre?
—Mucha. —dice de manera sugerente, haciéndome las cosas mas difíciles.
—Voy a prepararte que comer. —necesito salir de la cama antes de caer en tentaciones. Me deshago de su agarre y estallo en una carcajada cuando, hace un berrinche como niña pequeña. —Procura mejorarte, que yo procurare compensarte.
*****
Una hora después Emma se une a mi en la sala y silbo cuando la veo caminar hacia mi.
—Doctora. —digo de manera apreciativa. Esta vestida con unos jeans gastados ajustados, una camisa blanca y unos botines negros de gamuza, su pelo recogido en media cola, su maquillaje es leve y a pesar de eso se ve realmente bien. —Usted se ve muy bien. —sonrie y niega, llega a mi lado, me besa y toma la taza de chocolate que le ofrezco. Da un sorbo y sonríe.
—Esta delicioso. —dice después de probarlo. —Gracias, amor.
—Estamos para servirle. —vuelve a besarme, sólo que esta vez, soy yo quien toma el control, la subo en la encimera y me acomodo entre sus piernas. —¿Sabes que soy adicto a tus besos? ¿A tu cuerpo? ¿A tu risa? —ella niega y sonríe. —Necesito una dosis diaria de ellos para poder sobrevivir.
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No Huyas al amor...
Roman d'amourHaber encontrado al que hasta ese momento había considerado el amor de su vida en su casa y en su cama con quien pensó era su mejor amiga hizo que su vida cambiara drásticamente sumándole a eso un espantoso divorcio y la perdida de un ser inocente p...