Capitulo 37 parte 2

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Emma

Dawson me saca arrastras del apartamento y miro a todos lados buscando ayuda, pero no hay nadie. Me toma con fuerza por el antebrazo y bajamos las escaleras a toda prisa. Ya en el lobby intento huir pero no me lo permite.

—Ni siquiera lo pienses. —me amenaza. —Ya bastante tengo con que lleves al hijo de ese hombre dentro tuyo. Eso nunca debió pasar. Así que no me retes Emma. No me conoces.

—Lamentablemente, nunca lo hice Dawson. —susurro. —Tu no eres ni la quinta parte del hombre que me enamore en la universidad.

—No te preocupes. Prometo que todo volverá a ser como antes. —me jala fuerte y caminamos hacia  al estacionamiento. Dawson me lleva a una camioneta negra y abre la puerta.

—Sube al auto Emma. —dice Dawson entre dientes, trago en seco y limpios las lágrimas que ruedan por mis mejilla, mientras un nudo en mi garganta amenaza con ahogarme. —Sube al maldito auto. —Vuelve a gritar. La imagen de Jhon tirado en el piso y herido me duele. No pude hacer nada para protegerlo, no saber en que condición esta es algo perturbador y desesperante. —Agotas mi paciencia, sube.

—No. Yo no voy a ningún lado contigo. —Por Jhon y por mi hijo necesito luchar, él me lo pidió. Jhon no dejara de hacerlo, así que yo tampoco. Se acerca a mi peligrosamente, retrocedo pero mi cuerpo es detenido por la camioneta. Toma mi cara con una de sus manos y me obliga a mirarlo.

—Vas a subir al maldito auto, Emma ¿De acuerdo? No intentes llamar la atención, te podría pesar. —niego y me suelto de su agarre. —Sube.  —demanda y yo niego.

—¿Que es lo que quieres realmente, Dawson? —Me empuja dentro del auto y cierra la puerta. Rodea el auto y sube. Va cerrar su puerta, pero algo se lo impide, mas bien alguien se lo impide.

Es Jhon.

—No siempre se puede ganar. —gruñe y lo baja del auto ejerciendo presión en su cuello. —Ponte a salvo Emma. —dice mirándome a los ojos, los mismos están rojos y su rostro esta pálido y lo veo contener el dolor. Asiento y ultimo que veo es que lo tira al piso.

La puerta de mi lado se abre y brinco del susto, luego suspiro tranquila, al ver a Jonathan a mi lado.

—Soy yo, ven conmigo, todo estará bien. —bajo del auto y cuando intento caminar hacia donde esta Jhon el me lo impide.

—Jhon esta herido, no puedo dejarlo asi. —le explico.

—No vas hacerlo, solo permitirle intercambiar unas palabras con ese hombre. —Me apura para que salgamos del estacionamiento. Segundos después una voz ronca me detiene...

—Em... —Volteo y veo a Jhon caminar hacia mi despacio, corro hacia el y cuando lo tengo en frente, me lanzo a sus brazos, me sostiene fuerte y me aferro a el como mi tabla de salvación. —¿Estas bien, amor? —susurra sin soltarme, asiento de manera frenética. Me aferro mas a él, se queja  y luego caigo en la cuenta, que él esta herido. Me alejo y lo examinó con la mirada.

—Estas pálido, Jhon... —trago en seco y veo que la mano que descansa sobre su herida esta llena de sangre. —Vamos al hospital, necesito revisarte.

—Ire. —dice con voz cansada. —Solo prometeme una cosa. —toma mi rostro con su mano libre y acaricia mi barbilla.

—Lo que sea amor. —sollozo y recargo mi rostro en su mano. —Por ti, lo que sea.

—Prometeme, que ya no vas a huir. Que no te vas alejar de mi. Por favor... —esto es una dolorosa suplica.

—Te lo prometo Jhon, no huiré. —Sollozo y lo abrazo. —Te amo.

No Huyas al amor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora