ADN. (Niall Horan)

Capitulo 31: Nadie merece la muerte.

Punto de vista de Annabeth.

Llevábamos media hora en el coche. Cada vez nos alejabamos más de la ciudad.

- Eh... Luke.

- Si?

- Mi casa no es por aquí.

- Lo se.- Sonrió. Era una sonrisa... Como de maldad.

- Pero...

- Cállate de una puta vez!

Me sobresalte en mi asiento.

Me mantuve callada durante todo el camino.

Llegamos a un barrio algo pobre y viejo.

- Debiste hacer caso a tu novio.- Dijo parando el coche. Yo quite mi cinturón.

- Como?.- Pregunté confundida.

La puerta de mi asiento se abrió y dos hombres me cogieron.

Intente soltarme, pero mis esfuerzos fueron inútiles. Uno de ellos, me cargo sobre su hombro como si fuera un saco.

- Bájame, hijo de puta!.- Grite al hombre pegando en espalda con mis brazos.

- Ahorra fuerzas, señorita.

Paré de hacer esfuerzos, ya que no sirvieron para nada.

Entramos en un almacén. O eso parecía.

Subió varias escaleras conmigo en brazos.

Entramos en una pequeña habitación. Me sentó en una silla.

- Quietecita.- Dijo con su cigarro en la boca. Echándome todo el humo, provocando una leve tos.

Ató mis muñecas por detrás de la silla.

- Pero que hace?!?!.- Grite asustada.

- Pásalo bien, señorita.- Rió y salió de la habitación.

Grite socorro pero nadie me oía. Hice fuerzas en mis muñecas. Pero fue en vano, los nudos estaban demasiados fuertes.

La puerta se abrió dejando entrar a Luke.

- Hola, nena.- Encendió un cigarro.- Esto será fácil.- Levante una ceja.- Si tu contestas a todo lo que te pregunté serás libre, sino, lo haremos por las malas.- Me fijé bien en su ropa. En el cinturón de sus pantalones llevaba una pistola. Parecía a la que Niall siempre llevaba con él. En el lado izquierdo, donde no estaba el arma de fuego, llevaba una navaja bastante grande. Me dio bastante miedo.

- Qué quiere preguntarme?.- Dije con la voz temblorosa.

- Bien. Niall es tu novio, no es así?.- Asentí.- Bien. Vamos muy bien.- Rió.- Dime, sabes donde tiene el dinero?

Fruncí el ceño.- Qué dinero?

- Contestame.

- No se de qué me esta hablando.- Mis lagrimas empezaron a caer por mi rostro.

- Contestame.

- No acabes con mi paciencia.

- No se de que me habla.

Volveré dentro de una hora.

Y así salió de la habitación.

Mire todo lo que había al rededor. Una pequeña cama estaba pegada en la pared. Detrás mia, había una ventana. Lo sabía porque entraba luz.

Estuve una hora encerrada, la puerta se volvió abrir.

Un chico entro con él.

- Esperame fuera. Por lo que sea me avisas.- El chico asintió y salió.