Capitulo 45: Es Él.

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Punto de vista de Annabeth.

Baje de la moto cuando Niall paró justo delante de casa.

- Gracias.- Dije en un pequeño susurro.

- No me las tienes que dar.- Agache mi cabeza eintenté caminar hacia la puerta principal.

Pero él cogió mi brazo y me pegó a su cuerpo.

- Perdóname.- Dijo con tristeza.

- Tu no me tienes que pedir perdón.

- Ahora estoy contigo, Beth.- Dijo serio, mirándome a los ojos.- Con la chica que te pegará una paliza si hablas mal de su novio.- Reí levemente.

Me acerqué a él y bese sus labios. Rozando primero su nariz con la mia, y mis labios con los suyos, provocando que él rompiera la pequeña distancia.

Los saboreé. Sabían a cerveza y a tabaco con una pequeña mezcla de vainilla. Siempre sabían a vainilla.

Al separarme mordí su labio inferior, provocando que un pequeño gruñido saliera de su garganta.

- Te quiero.- Dijo sobre mis labios. Dio un corto beso en ellas.

- Yo también.- Sonreí.

- Que yo te vea entrar, caperucita.- Rió levemente.

Le saqué la lengua y entre en casa. No sin antes despedirme de él con la mano.

Me apoye en la puerta, ya dentro de la casa, mi espalda pegada, y con una sonrisa en los labios.

- Beth?.- Mi padre salió del salón.

- Papá.- Él levantó una ceja, esperando a que hablara.- Te... Te acuerdas cuando me dijiste que te avisará cuando lo encontrará?

- Si.-Dijo encogiéndose de hombros.

- Pues...- Balbuceé un poco.- Pues, es él.

- Niall?.- Preguntó.

- Si.- Mordí nerviosa mi labio inferior.

Él sonrió.- Lo sabía.

- Si, se que... Espera.- Lo mire.- Lo sabías?

- Si, solo hay que ver en la forma en que te mira y, en la que tu le miras a él.

- Oh...- Susurre.- Pues, me voy a la cama.

- Beth.- Me paré justo enfrente de él.- Parece un buen chico.

- Lo es.- Dije segura de mis palabras.

- Buenas noches.

- Buenas noches.- Él beso mi frente y empecé a subir las escaleras.

Punto de vista de Niall.

Observe a Beth como entraba en casa. Se despidió de mi con su mano y yo le sonreí. Entró en casa y volví a arrancar la moto hacia el instituto.

Entré en el instituto por su gran puerta principal.

Eran las ocho de la tarde de un jueves, el horario escolar ya había acabado. Pero ella seguro que seguía aquí dentro. Cuando me daba a mi clases, solía quedarse hasta tarde simplemente corrigiendo o haciendo cualquier chorrada.

Cogí un cigarro, lo lleve a mis labios y lo encendí.

Hacia tiempo que no tomaba uno. Lo necesitaba. No olvidaré jamás esa imagen de Beth, llorando porque Karen habló mal de mi. Dios, odio a esa mujer y todo lo que tiene que ver con ella.

Respire todo lo que pude con el cigarro en mis labios y solté el humo por mi nariz.

Joder, esto si que relaja.

ADN. (Niall Horan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora